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Reportaje:ARTESANÍA Y TRADICIÓN

El licor del buen humor

Dicen quienes lo fabrican que en pequeñas dosis templa en ánimo y favorece el buen humor. El licor carmelitano nace en el Convento Carmelita, producto de la gran cantidad de hierbas existentes en l Desert de Les Palmes, en Benicàssim.

Su historia remonta a finales del S. XIX cuando el monasterio se convirtió en casa de noviciado. Entonces los monjes tuvieron que buscar el modo de sufragar las necesidades de los novicios. Para ello convirtieron los sótanos del monasterio en una destilería que en 1912 fue trasladada a Benicàssim pues las malas comunicaciones solo hacían posible el transporte del licor a lomos de burro.

Además del licor carmelitano, la actual destilería, convertida en museo, elabora otras bebidas como moscatel, vino de misa, vino añejo, brandy y ponche.

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