China-España: 278-16
Puede que tres semanas parezca poco, pero es suficiente para formar y reforzar algunos estereotipos sobre el baloncesto chino que, lamentablemente, se han investigado muy poco. A saber, que la mayoría juegan como robots, que son en su mayoría muy educados y que a la mayoría no les gusta pasarles el balón a los estadounidenses.
Hoy tenía esta experiencia en mente mientras miraba las listas en busca de nombres familiares. Desgraciadamente, no podría decir si alguno de mis compañeros de equipo del Aoshen Olympian está en la alineación china, principalmente porque no recuerdo ninguno de sus nombres. Bueno, excepto uno.
El equipo en cuestión -para el que jugué en Los Ángeles- fue expulsado de la Liga china porque no quiso renunciar a los derechos sobre una de sus prometedoras estrellas. Según mis fuentes (que reconozco que no son muy precisas), la Liga suele obligar a los equipos pequeños a vender a sus mejores jugadores a los equipos más potentes. El propietario (aquel de las chaquetas de golf) no quiso dar su brazo a torcer cuando un equipo vino tras su prodigio, un jugador llamado Sun Yue.
Cuando jugué con Sun, no pude entender el porqué de tanto alboroto. Era un escolta de 204 cm que había sido mal entrenado y que jugaba fuera de su posición. Sus agentes suponían que su altura haría de él una posibilidad más interesante si jugaba como base. De modo que en vez de permitirle dirigir y atacar desde el ala, le dieron luz verde para cargar con el peso de la posesión del balón, aunque eso significara que a menudo alcanzara los dos dígitos en el cómputo de las pérdidas de balón.
Sun fue reclutado este verano por Los Ángeles Lakers. Por lo general, los Lakers saben lo que hacen en lo que a baloncesto se refiere. Esta franquicia no sólo gana sistemáticamente los campeonatos de la NBA, sino que también fue la primera de muchas en liberar a Paul Shirley, permitiéndole irse a jugar para un equipo griego que luego le birlaría cerca de 35.000 euros.
Cuando España se enfrente a China veré el partido con interés. (Asumiendo, por supuesto, que pueda dilucidar cuándo retransmiten el partido). Quiero ver si alguien ha tenido la lucidez de poner a Sun en una posición en la que no pueda ceder constantemente el balón al equipo contrario.
Además, tengo la intención de escudriñar entre la muchedumbre para encontrar a otras dos personas: el hombre de la chaqueta de golf, para ver si llama por teléfono para ordenar las sustituciones, como les contaba ayer, y a Jessica Biel, simplemente porque siempre echo un vistazo a ver si la veo.
Como las predicciones son tan útiles, ahí va la mía: todos los miembros del equipo español sufren una infección de solitaria y Sun Yue se va con 112 puntos, estableciendo un nuevo récord olímpico. China arrasa a España por 278-16. O, más probable, Sun juega muy poco, cualquiera que lea esto piensa que soy un idiota, y España machaca a China. Naturalmente, no veré nada de esto, porque todavía seguiré dándole vueltas a mi calendario.
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