Deportistas y derechos humanos
Me alegro de que algunos deportistas hayan protestado por la barbarie de las autoridades chinas en el Tíbet, barbarie que extienden al conjunto del pueblo chino y otras etnias minoritarias, sojuzgadas por unas autoridades sin legitimidad alguna, embrutecidas en un régimen oprobioso. Y encima -aunque no cabría esperar otra cosa-, el embajador de China en España pretende que el Gobierno español interfiera en la justicia para torcer la voluntad profesional y legal de un juez: este señor no sabe nada de lo que es una democracia, lo que no es extraño, porque nunca lo ha aprendido.
Me pregunto: ¿no le da vergüenza a este señor servir a un régimen brutal? En cuanto a los deportistas españoles -a quienes deseo la mejor suerte-, ¿no se les podría ocurrir que pueden, con su reclamo social, denunciar lo que pasa en China y no limitarse a cobrar los pingües beneficios por tantos derechos como se les reconocen? Sería un buen ejemplo.
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