_
_
_
_
Crítica:CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Triunfo coral

Hacen falta voces resistentes, grandes dosis de energía, una concienzuda preparación y no pocas agallas para sobrevivir al cúmulo de dificultades que encierra la colosal Missa solemnis de Beethoven, uno de los mayores desafíos del repertorio sinfónico-coral. Cuatro solistas vocales -la soprano Ludmila Vernerová, la mezzosoprano Jana Sykorová, el tenor Jaroslav Brezina y el barítono-bajo Zdenék Hlávka-, el Coro Filarmónico de Praga y la Orquesta de Cámara de Praga -Beethoven tampoco da tregua a la orquesta- se enfrentaron anteayer al reto en la plaza de Torroella de Montgrí (Baix Empordà) bajo la batuta de Ondrej Kukal.

Si luchar contra las exigencias de Beethoven ya es de por sí agotador en cualquier auditorio, hacerlo al aire libre multiplica los peligros y aumenta la tensión. Los conjuntos checos tuvieron que lidiar encima con un molesto e implacable enemigo, un viento pertinaz, empeñado en tumbar atriles y hacer volar las hojas de las partituras.

BEETHOVEN: MISSA SOLEMNIS

Ludmila Vernerová, Jana Sykorová, Jaroslav Brezina, Zdenek Hlávha. Coro Filarmónico de Praga. Orquesta de Cámara de Praga. Ondrej Kukal, director. Festival de Torroella de Montgrí. Plaza de Torroella de Montgrí, 8 de agosto.

Gestualidad limitada

Quien peor lo pasó fue el director de orquesta, poco familiarizado con la obra y con gestualidad limitada, ya que necesitó emplear su mano derecha para sujetar permanentemente la partitura y se limitó a controlar la situación, lo que en obra de tal grandeza no basta. También las pasó canutas, pero salió mucho más airoso, el concertino de la orquesta, especialmente al caer su atril durante su comprometido solo del Benedictus, que resolvió con extraordinario aplomo.

Lo mejor de la versión fue la sensacional actuación del Coro Filarmónico de Praga; voces de calidad, perfectamente engrasadas en una maquinaria coral de admirable precisión, equilibrio y musicalidad. Derrocharon energía y superaron los escollos con valentía, sin caídas de tensión a pesar de los nervios. A un nivel más discreto estuvieron los solistas -el tenor fue el más interesante, por calidad, empaque y convicción- y la orquesta, un conjunto muy solvente que debería haber aumentado la plantilla para luchar al menos en igualdad de condiciones frente a la mucho más nutrida masa coral.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_