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Los coruñeses pagan más de la mitad de todos los impuestos de Galicia

Con el 40% de la población, Hacienda ingresa en esa provincia 6 de cada diez euros

María Fernández

El mapa provincial de recaudación de impuestos da muchas pistas sobre dónde se genera la riqueza y dónde se encuentran las mayores rentas en Galicia. Los datos, publicados hace unos días por la Agencia Tributaria, revelan que seis de cada diez euros que entran en la caja del Estado provienen de impuestos cobrados en A Coruña, mientras que el 27% proceden de las dos oficinas de Hacienda en Pontevedra (la de la capital y la de Vigo). Empresas y contribuyentes de Lugo y Ourense tributaron, a partes iguales, por el 14% restante.

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Por tipo de gravamen, la delegación de la Agencia Tributaria en A Coruña recaudó el año pasado más de la mitad del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que generó Galicia (1.484 millones de euros de los 2.661 totales). Y ello pese a que sólo el 40% de la población de la Comunidad Autónoma está censada en esa provincia.

Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo, cree que este indicador "refleja bastante fielmente" la foto del reparto territorial de las rentas, ya que el IRPF, un impuesto personal, progresivo y directo, se gira en el lugar de residencia del contribuyente. Su recaudación se incrementó, respecto al año 2006, un 16% en la comunidad autónoma. El mayor aumento registrado por una delegación de la Agencia Tributaria se produjo en la de Vigo, que obtuvo por IRPF 514 millones de euros, un 28% más que en el ejercicio anterior.

En la distribución del cobro del Impuesto de Sociedades, la balanza se inclina aún más por la provincia de A Coruña. Este tributo, que pagan las entidades con personalidad jurídica propia, se liquida en el domicilio fiscal de la empresa (es decir, que sociedades importantes, como los grandes bancos o la refinería de Repsol en A Coruña, contribuyen en la provincia donde tienen sus respectivas sedes fiscales, aunque aquí tengan destacados centros de producción).

El año pasado, la recaudación del Impuesto de Sociedades creció un 20% en Galicia, hasta los 1.731 millones de euros. Ocurrió en pleno auge económico, con el sector inmobiliario tirando fuertemente del PIB, (ya que este tributo se giró sobre los beneficios declarados por las empresas en el 2006). Las sociedades con sede en A Coruña pagaron casi toda la factura: más de 1.000 millones. Los sectores responsables de este incremento de beneficios fueron el textil y el inmobiliario, con Inditex y, paradójicamente, Fadesa a la cabeza (la venta a Martinsa se produjo a finales de 2006). En Vigo las empresas gallegas contribuyeron con 282 millones (el grupo PSA Peugeot-Citroën, las auxiliares del automóvil y las firmas de construcción naval son las que más beneficios declararon), el 16% del total de Galicia. En toda la provincia de Pontevedra, lo recaudado por Hacienda en Impuesto de Sociedades asciende a 484 millones de euros, el 27% del total gallego. Las empresas domiciliadas en Ourense pagaron 116 millones, el 7%, y las de Lugo, 95 millones, el 5%.

Los ingresos por tributos indirectos también se repartieron de forma desigual. Mientras que A Coruña abonó, en concepto de IVA, 1.108 millones de euros, el 58% de lo pagado en Galicia, en la provincia de Pontevedra el gravamen supuso para las arcas del Estado 478 millones (la cuarta parte del IVA gallego). Este impuesto directo generó una recaudación de 162 millones en Lugo, casi la misma cifra que se declaró en Ourense.

A lo largo de 2007, los contribuyentes gallegos se dejaron en el pago de impuestos 6.550 millones de euros, el 4% de todo lo que se cobró en España. Todas las delegaciones de la Agencia Tributaria recaudaron más que el año anterior excepto Pontevedra (que excluye Vigo), que ingresó un 5% menos por IRPF y un 12% menos de IVA. Si A Coruña es la provincia que paga más, el crecimiento más fuerte estuvo principalmente en Vigo (Hacienda ingresó un 31% más) y en Lugo (un 24%).

Lo que se ve y lo que no se ve

Debido al sistema de recaudación de la Agencia Tributaria, los datos ofrecidos por cada una de las delegaciones de este organismo dependiente del Ministerio de Economía no reflejan cada euro pagado por los contribuyentes en Galicia. Ocurre, por ejemplo, con los impuestos especiales, como el que grava el alcohol, los hidrocarburos o las labores del tabaco. En estos casos, la recaudación se produce en la zona de origen de cada producto.

Tampoco figuran aquí los ingresos por el Impuesto de Actividades Económicas, que pagan, a través de los ayuntamientos, las empresas y autónomos cuya facturación supera el millón de euros.

Y si los impuestos contribuyen a mantener todo el sistema de prestaciones y a redistribuir los recursos, el fraude fiscal viene a ser la otra cara de la moneda.

Las actividades ocultas, que no se declaran, permanecen al margen de la economía nacional y, por su carácter ilegal, sobre ellas no hay más que estimaciones. La última ha sido realizada por el Instituto de Estudios Fiscales, que ha analizado el periodo comprendido entre los años 1980 y 2000 en todas las provincias españolas. En esas dos décadas, el peso de la economía sumergida respecto a la legal aumenta en casi cinco puntos en las cuatro provincias gallegas. Pontevedra es, comparativamente, la zona donde se detecta menos fraude y A Coruña, donde más.

En esta última provincia se estima que el porcentaje del Valor Añadido Bruto de la economía irregular sobre la legal representa el 23%. El porcentaje, con ser el mayor de la Comunidad Autónoma, todavía está lejos del 30% que se registra en Canarias o del 25% de La Rioja.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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