_
_
_
_

Prisión para dos etarras por dos atentados de 2001

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz envió ayer a prisión incondicional y sin fianza a los etarras José Antonio Olarra Guridi y Aloña Muñoa, entregados el pasado martes por Francia para ser juzgados en España por sendos atentados cometidos en 2001.

Olarra, ex jefe del aparato logístico de ETA, ordenó la colocación de un coche bomba frente al hotel Calafont de Salou (Tarragona) el 18 de agosto de 2001. El ataque no provocó muertes, aunque sí heridas a 14 personas así como numerosos daños materiales. Olarra fue el encargado de organizar el comando que perpetró el ataque.

Durante los registros de los domicilios de los terroristas, la policía encontró una carta suya que daba instrucciones, fechas y lugares donde recoger material para cometer atentados. El ex dirigente de ETA está también condenado por su implicación en el atentado de Vallecas (en el que murieron seis personas en 1995) y por ordenar el asesinato del ex fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía Luis Portero en 2000.

Más información
Garzón decreta prisión para el etarra Olarra Guridi por el asesinato de Tomás y Valiente

Aloña Muñoa, miembro del comando Ttotto, fue detenida en Francia en febrero de 2003. Se encontraba en busca y captura por colaborar en la huida y protección de los autores del intento de voladura del centro de menores de Zumarraga (Guipúzcoa) ordenado por Xabier García Gaztelu, Txapote, el 22 de febrero de 2001. Era la compañera sentimental de Iñigo Guridi Lasa, miembro como ella del comando y autor material del asesinato del periodista José Luis López de Lacalle.

Violencia callejera

Pedraz también decretó la prisión, aunque eludible con fianza de 6.000 euros, del único detenido en el ataque contra la Subdelegación del Gobierno en Álava la madrugada del martes, Aliande Hernández. El joven, acusado de lanzar cócteles mólotov contra el edificio oficial, evitó la prisión incondicional que solicitaba el fiscal al estimar el juez que no se dará a la fuga por tener arraigo familiar en España y porque los daños fueron menores.

El ataque fue perpetrado por un grupo de encapuchados que lanzaron artefactos incendiarios contra una garita de la subdelegación. Además de ennegrecer la pared, el ataque afectó a un vehículo de la policía local que se encontraba aparcado en las cercanías del edificio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_