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Un vertido fecal obliga a cerrar una parte de la playa de Benidorm

Una pequeña parte de la playa de Poniente de Benidorm está cerrada al paso después de que el sábado por la mañana se produjera un vertido de aguas fecales desde una cañería cercana. Los residuos se deslizaron por la arena y estuvieron a punto de llegar al mar. El concejal socialista Manuel Cabezuelos desveló ayer por la mañana esta información y obligó a la edil de Playas, Josefa Pérez, a dar explicaciones. "La mierda sale a borbotones", dijo Cabezuelos, que acusó de "desidia" al equipo de Gobierno, por haber descuidado un elemento esencial en un momento "de máxima ocupación". Pérez reconoció que desde el sábado ha habido hasta tres vertidos diferentes en las playas de Levante y Poniente, uno de los cuales, el denunciado por Cabezuelos, era de aguas residuales. "En todo momento fuimos conscientes de la gravedad del vertido y actuamos en consecuencia", explicó Pérez, que subrayó que se aplicó el plan de emergencias y que éste funcionó "extraordinariamente", por lo que el agua sucia "no llegó al mar". El origen del suceso se encuentra en un fallo en el suministro eléctrico en la estación de bombeo del parque de Elche, que envía a la depuradora de Serra Gelada las aguas.

Una franja de tres metros de ancho de la playa de Poniente de Benidorm ha sido cerrada al paso entre el paseo marítimo y la orilla, y no volverá a abrirse hasta que el tratamiento que se está dando para limpiar la zona ofrezca resultados y los análisis que realiza el laboratorio municipal de playas garanticen su calidad.

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