El atracador que siempre volvía
Giovanni M., detenido el viernes, asaltó 36 bancos con tres bandas distintas
Giovanni M. debe estar arrepintiéndose de haber regresado. En sólo un año, entre 2002 y 2003, participó en 29 atracos en España y, después, se marchó con el botín a su Colombia natal. Pero hace dos años decidió regresar a España y reclutar su propia banda. Desde entonces Giovanni ha desvalijado otros 6 bancos y una gasolinera. La Guardia Civil lo detuvo el viernes junto con el resto de los integrantes de su nueva banda en Fuente Obejuna (Córdoba), después de cometer dos atracos seguidos.
Giovanni asaltó con otras tres personas -su tercera banda- la sucursal de Caja Sur de La Carlota (Córdoba) el viernes a las 13.40. Pero algo salió mal. Alguien avisó a la Guardia Civil y ante el asedio policial tuvieron que huir sin ningún botín. Giovanni, que es de los que golpean dos veces, decidió hacer un segundo intento en la estación de servicio de Villaharta (Córdoba).
Pero el segundo atraco tampoco fue un éxito. El empleado de la gasolinera se negó a entregar el dinero de la recaudación a los malhechores y se produjo un forcejeo. Entre tanto, alguien alertó a las Fuerzas de Seguridad y los delincuentes tuvieron, de nuevo, que huir con las manos vacías. La Guardia Civil les interceptó en el término municipal de Fuente Obejuna tras huir unos 50 kilómetros por la carretera N-432.
La Guardia Civil seguía la pista de Giovanni desde enero de 2002, cuando participó en el atraco de una sucursal de Banesto en Casas Ibáñez (Albacete). El grupo con el que operaba entonces fue desarticulado y sus miembros acusados de 51 robos con intimidación, pero Giovanni, por entonces, se había esfumado. La Guardia Civil cree que participó en al menos 29 de aquellos asaltos.
En junio de 2006, de vuelta en España, Giovanni decidió contactar con otros delincuentes y formar una banda que ejecutó cinco robos a sucursales bancarias y cajas en Córdoba, Ciudad Real, Badajoz y Murcia. Tras esta serie, el grupo interrumpió sus actividades. Pero Giovanni, sea por vicio o avaricia, sintió una vez más la pulsión de volver a golpear y reclutó un nuevo grupo. El doble atraco frustrado del viernes era el bautizo de fuego de la nueva banda.
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