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Los tanques que frenaron al Pacto de Varsovia se subastan como chatarra

El Ejército retira los componentes militares y reciclables antes de venderlos

Miguel González

Durante décadas, los carros de combate M-60 formaron la espina dorsal de las unidades blindadas del Ejército de los Estados Unidos y sus aliados de la OTAN. Su misión era frenar el avance de las columnas de tanques del Pacto de Varsovia en las llanuras de Centroeuropa. El tratado de reducción de fuerzas convencionales (CFE), al final de la Guerra Fría, los trajo de segunda mano a España, donde sustituyeron en la década pasada a los veteranos M-47 y M-48 de la Guerra de Corea.

La peripecia de varias decenas de ellos ha terminado en la Base de San Pedro (Colmenar Viejo), sede la Agrupación de Apoyo Logístico nº 11, donde el Ejército de Tierra los ha agrupado para venderlos al peso. Y su peso no es despreciable: 50 toneladas por unidad.

Para evitar que el ganador de la subasta pretenda seguir utilizándolos, aunque sólo sea para impresionar a sus vecinos (el M-60 circula a 48 kilómetros por hora y tiene una autonomía de 450 kilómetros), el Ejército de Tierra retira cualquier componente de carácter militar -incluidos, por supuesto, el cañón de 105 milímetros y las dos ametralladoras- , así como todos los elementos que sean reciclables o potencialmente contaminantes, de forma que quedan desguazados y reducidos a un gran montón de chatarra.

Los M-60 ganaron la Guerra Fría contra la Unión Soviética y la más caliente primera Guerra del Golfo contra Irak, pero no han podido vencer al tiempo. A medida que el Ejército de Tierra va recibiendo los nuevos carros de combate Leopardo, fabricados por General Dynamics-Santa Bárbara Blindados en Sevilla bajo licencia alemana, jubila a los M-60 A3. De los 232 con que contaba, 10 fueron dados de baja hasta noviembre pasado y otros 37 desde entonces.

Los carros de combate M-60 en la base militar de Torrejón de Ardoz antes de ser desguazados.
Los carros de combate M-60 en la base militar de Torrejón de Ardoz antes de ser desguazados.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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