Xestur quebró en Ourense por sus "graves irregularidades en la gestión"
El PP dejó el patrimonio de la sociedad pública reducido a la mitad de su capital
Los representantes de la sociedad pública Xestur-Ourense hicieron las maletas en 2005 para dar paso al bipartito dejando unas pérdidas de casi 2,1 millones de euros. Las deudas de Xestur en Ourense -adscrita la pasada legislatura a la Consellería de Obras Públicas que dirigía el vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo- dejaron el patrimonio de la sociedad reducido a la mitad de su capital social, lo que según la Ley de Sociedades Anónimas supone la disolución de la entidad.
Al gerente le pagaron 82.700 euros para que se fuera de la sociedad
"Hubo bancarrota por la gestión deficiente y absolutamente ineficaz", denunció ayer el parlamentario socialista Pablo López Vidal a la vista del informe "demoledor" del Consello de Contas.
Pese a la situación económica, la sociedad dependiente de Obras Públicas y participada por el Instituto Galego de Vivenda e Solo, el Inorde (instituto orensano dependiente de la Diputación Provincial. "No podía faltar Baltar", apostilló López Vidal) y la Consellería de Economía, tuvo que hacer frente a una fuerte indemnización al gerente, el ahijado de José Cuíña, Juan Carlos Cabanelas. Le habían hecho un "contrato blindado de alta dirección y de dudosa legalidad" por el que le pagaron 82.700 euros para que se fuera.
Además, los citados organismos públicos asumieron la deuda y ampliaron el capital en siete millones de euros, evitando así la disolución de la sociedad. "Hubo pérdidas millonarias, menos para los gestores y para Núñez Feijóo", denunció ayer López Vidal.
La nefasta situación económica de Xestur es consecuencia, entre otras causas, de que el margen que obtenía de las ventas no cubría los costes. A ello se suman los contenciosos perdidos por expropiaciones, los créditos incobrables y las provisiones para parques empresariales. La empresa que gestionaba Cabanelas en Ourense, con el visto bueno de Núñez Feijóo, "incumplía casi todas las normas". Entre ellas, las relativas a la selección de personal. La elección "era puramente digital; no consta que hubiera más prueba que una subjetiva entrevista personal", señaló.
Los criterios de valoración en la contratación de obras "eran tan singulares que las adjudicatarias resultaban siempre las mismas", y la gestión de las obras incurría en "trampas intolerables", según el parlamentario socialista. Los retrasos que se producían en ellas obedecían a las continuas modificaciones de los contratos. "Se les adjudicaban a precios bajos y después iban ajustándolos".
El exponente de las deficiencias en la gestión de Xestur-Ourense es la promoción oficial de 121 viviendas, "en plena burbuja inmobiliaria", en el Ayuntamiento de Pereiro de Aguiar. Cada una de estas viviendas se vendió 4.666 euros por debajo de su coste real, con lo que la obra registró pérdidas por más de medio millón de euros.
El fraude se completó con el hecho de que sólo ocho de los 121 adjudicatarios estaban domiciliados en ese municipio, de manera que el resto, 113, no tenía derecho a optar a los inmuebles. "Eran una casta de privilegiados que la adquirían como segunda vivienda", denunció el parlamentario socialista, que incidió especialmente en la denuncia de esas prácticas de "fraude". "No hacía falta vivienda pública en Pereiro, pero sí en la capital, donde no se hicieron".
El vicesecretario general del PSdeG, Ricardo Varela, pidió ayer por su parte al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, "que suba a alguna tribuna" para responder de las "irregularidades" de su gestión como vicepresidente de la Xunta, al tiempo que le consideró "deslegitimado" para presidir el gobierno gallego. El informe del Consello de Contas, dijo Varela, demuestra "ausencia de control en la obra pública, falta de rigor, retrasos injustificados, ausencia de planificación y deficiencias en la ejecución de proyectos".
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