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Reportaje:Rutas insólitas

Trenes, gambas y cuadros de Goya

Un paseo por Madrid de la mano de la prensa y lectores anglosajones

Francesco Manetto

El Museo del Ferrocarril (www.museodelferrocarril.org) luce cinco estrellas, lo máximo. Los baños árabes Medina Mayrit (www.medinamayrit.com) de la calle de Atocha sólo tienen una, y quien estuvo allí asegura que se trata de "un lugar de Madrid que Hemingway no hubiera reconocido", ya que parece más bien un rincón de Estambul. Así es como ponen sus notas y escriben sus comentarios sobre la capital editores y lectores de diarios como The New York Times o el británico The Independent. Y es que buscando entre recomendaciones insólitas publicadas en sus guías más recientes es posible trazar recorridos poco habituales y a la vez descubrir cómo nos ven, por ejemplo, desde el otro lado del charco.

El Museo Lázaro Galdiano es esencial, para 'The New York Times'

Precisamente por el Museo del Ferrocarril de la antigua estación de Delicias podría empezar el primer paseo. No importa que en agosto sus salas estén cerradas, porque merece la pena acercarse a ese sobrio edificio decimonónico, como recomienda el New York Times, y contemplar la antigua locomotora expuesta en la entrada al museo o dejarse llevar por la fantasía para sentirse, por ejemplo, como Spencer Tracy en el thriller ferroviario Conspiración de silencio. Si, además, se sienten fascinados por los avances de la técnica, sólo tendrán que recorrer unos metros y entrar en el Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología (www.micinn.es/mnct) para perderse entre astrolabios del siglo XVI, microscopios, proyectores de cine y los primeros automóviles.

Si, en cambio, les apetece aparcar su memoria visual y estimular el tacto, el Museo Tiflológico de la ONCE (museo.once.es) ofrece una destacada colección de objetos (utensilios, dispositivos, maquetas de monumentos, obras de arte y documentos) especialmente pensados para ser percibidos con las manos. Una parada en la Fundación Lázaro Galdiano (www.flg.es), en el corazón del barrio de Salamanca, nos descubrirá, en cambio, célebres grabados y pinturas de Goya, como El Aquelarre. Todo, "en un palacio apartado sin turistas". "Si quiere relajarse y descubrir la forma de vida de nuestros antepasados, lo tiene que visitar", dice The New York Times.

Ya por la noche, más vale no dejarse abrumar por la desbordante oferta de la capital. A veces, el éxito de una velada se esconde detrás de un plan sencillo. ¿Ejemplos? Según el Times, una obra de teatro al aire libre en el patio de la sala El canto de la cabra (www.elcantodelacabra.com), que este fin de semana propone el montaje Nuevamente ante ti, fascinado. A los anglófonos les impactó el nombre, que en inglés suena The Goat's Bleat, y que califican de "razón suficiente para convertir este espacio en algo diferente". ¿Y después? Por ejemplo, unas gambas a la plancha en el castizo O Muiño, un bar de tapas de la calle de Leganitos que sorprendió a un periodista británico porque los fines de semana, a primera hora de la mañana, se convierte en la última parada de decenas de jóvenes que vuelven a casa tras una noche de marcha.

Y si es verdad que se han acostado a las ocho de la mañana, tal vez les venga bien, para reponer fuerzas, una caminata por ese "magnífico jardín" como denomina el Times, al parque del Oeste. Allí, entre cedros y cipreses, los caminantes podrán emprender una "auténtica ruta por la naturaleza" y, después, terminar el domingo en una de las cafeterías del paseo del Pintor Rosales.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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