"Quería salir de Barcelona y me presenté en Móstoles"
A pesar de salir escaldado del Centro de Arte Santa Mónica (CASM), el centro de arte contemporáneo de la Generalitat de Cataluña, le ha salido bastante bien la jugada. Ferrán Barenblit (Buenos Aires, 1968) acaba de ganar el concurso público para ser director del recientemente inaugurado Centro de Arte Contemporáneo Dos de Mayo, ubicado en Móstoles. "Conozco muy poco Móstoles, lo que me han contado algunos colegas", decía ayer en una conversación telefónica. Y confesaba: "Yo quería salir del Santa Mónica; no puedo decir sólo que intuía un cambio, debo decir que lo sabía, y que estaba abriendo otros caminos. Por eso me presenté en Móstoles".
"El cambio" fue algo más que eso. El consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Manuel Tresseras, nombró a dedo a otro director (el ensayista y promotor cultural Vicenç Altaió) sin que Barenblit hubiera dejado su cargo aún y en medio de una fuerte controversia en el mundo del arte catalán. Ese mismo día, el 11 de julio pasado, dimitió. Y el pasado martes se hizo público que sería el nuevo director del centro mostoleño. "Ha sido un mes de julio muy intenso. Mi salida del Santa Mónica ha sido muy triste y creo que el resultado de una política cultural que yo no tenía controlada", resuelve, sin querer profundizar demasiado en el asunto. Y, paradójicamente, asegura que lo que le ha hecho ganador de este concurso es su gestión en el centro catalán: "Un centro de arte involucrado en un contexto local con alcance internacional", argumenta.
"Quiero promover un lugar capaz de producir cultura crítica e ideas"
Algo parecido a lo que quiere que sea el Centro de Arte Dos de Mayo: "Un lugar capaz de producir cultura crítica, ideas, que sea referencia para grupos o artistas de menos alcance que después se abran al gran público. En Madrid tienen que saber que el centro de arte está en Móstoles y fuera también", dice, sin conocer aún el que será su nuevo despacho, y mientras piensa ilusionado en su nueva vida en Madrid.
El comité de expertos que lo eligió, siguiendo el código de buenas prácticas establecido por el Ministerio de Cultura y compuesto, entre otros, por la directora de Arco, Lourdes Fernández y el director del Musac, Rafael Doctor, ha valorado "el rigor de su programación, el énfasis que pone en las actividades complementarias, la acción local y su capacidad de internacionalización a través de sus contactos con instituciones y comisarios europeos". Porque Barenblit, antes de ser director del Santa Mónica (2002-2008), estudió Historia del Arte en Barcelona (1991) y Museología en la Universidad de Nueva York (1995), se hizo cargo de numerosos proyectos como comisario independiente y ha colaborado como crítico de arte en diversos medios (nacionales y extranjeros). Ahora llega a la capital para asumir un reto: "Un centro nuevo, pensado para el visitante o usuario, con todo por construir. Hay que trabajar la articulación de contextos con una ambición europea".
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