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La economía española se paraliza

El Banco de España cifra el alza intertrimestral del PIB en el 0,1% entre abril y junio

Claudi Pérez

No parece tan difícil acertar con las predicciones relativas a la economía española en los últimos meses: se cumplen si son negativas. "Estaremos rozando el larguero del crecimiento cero", vaticinó Pedro Solbes hace sólo tres semanas. Ya lo estamos. El Banco de España confirmó ayer los malos augurios del vicepresidente: el producto interior bruto (PIB) creció un magro 0,1% intertrimestral entre abril y junio, lo que deja la tasa interanual en el 1,8%, según las cifras recogidas en el Boletín Económico del Banco de España.

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El Gobierno se empeñó en negar la crisis durante meses. Ahora descarta la posibilidad de recesión (dos trimestres seguidos de caída de la actividad). "No vemos la recesión; trabajamos con supuestos de no recesión", destacó ayer Solbes en una entrevista en la Cadena SER. Pero si el vicepresidente está en lo cierto y lo peor está por llegar -prevé que la situación empeore a finales de este año y principios de 2009-, el margen es casi nulo: el crecimiento intertrimestral fue del 0,3% hasta marzo, y del 0,1% hasta junio.

El Banco de España ayuda a interpretar ese veloz deterioro: "En la primera mitad de 2008 la economía española acentuó la trayectoria de ajuste" que arrastraba desde los últimos meses del año pasado. Según la autoridad monetaria, la crisis -palabra que, una vez más, el informe no cita ni una sola vez con relación a España- es particularmente intensa ante la corrección "del consumo privado y el mercado de trabajo", por el impacto en el empleo del desplome inmobiliario.

La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez opina que el ajuste es "más pronunciado", "intenso" y "rápido" de lo esperado, y que las perspectivas "apuntan a una continuación de este proceso, dependiendo del ajuste del empleo". El contexto internacional tampoco ayuda: el encarecimiento del petróleo y las turbulencias financieras dibujan un escenario "más incierto que el de los últimos trimestres". "Aumenta la probabilidad de que la fase bajista del ciclo de la economía mundial se prolongue hasta 2009", apunta el Boletín Económico.

En la más pura y tradicional ortodoxia, las recetas del Banco de España para salir del paso son conocidas: contención de precios y salarios, austeridad presupuestaria y flexibilidad laboral. La remuneración por asalariado hasta junio fue "algo superior al 4%", según el Banco de España, que critica sin ambages los efectos de las cláusulas de salvaguarda -"un rasgo prácticamente inexistente en la Unión Europea"- sobre la inflación. Y advierte de los problemas derivados de que el alza de precios "se traslade a los salarios en 2009, dificultando el ajuste de la economía ante esta perturbación". Además, deja un recado al Gobierno, ante la necesidad de mantener "una austeridad mayor" en la política fiscal.

El tono negativo sobre la economía española es cada vez más general. La agencia de riesgos Standard & Poor's (S&P) advirtió ayer de que el ajuste del sector inmobiliario en España será "largo y doloroso". Los efectos de la ralentización de ese sector sobre el conjunto de la economía española serán "extremos", según S&P. Y el banco estadounidense Lehman Brothers cifró el crecimiento de este año en el 1,8%, con un "brusco" cambio de tendencia respecto a los últimos años.

Los consumidores han interiorizado ya la nueva coyuntura. A la caída de las ventas de coches y de pisos se están añadiendo nuevos indicadores que inciden en el violento cambio de ciclo. Las ventas del comercio al por menor se desplomaron un 7,9% en junio respecto al mismo mes del año anterior. Se trata de la mayor caída de la serie, que arranca en enero de 2004. La actividad comercial acusa el deterioro del consumo desde diciembre del año pasado, cuando empezó a caer tras cuatro años de crecimientos casi ininterrumpidos.

Las cifras, divulgadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), eliminan el efecto de la inflación y, por tanto, revelan la evolución real en el volumen de ventas. Donde más se ha retraído el consumo -un 17,9%- es en equipamiento del hogar, que incluye muebles, electrodomésticos y otros artículos más caros y prescindibles que, por ejemplo, la alimentación. Los comercios más afectados son las pequeñas cadenas -las que tienen hasta 25 establecimientos-, cuyas ventas disminuyen un 12,8%. Les siguen las grandes superficies, con un retroceso del 11,3%.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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