El 'aplec' de Tallin cuesta 250.000 euros de dinero público

Tres colles de gegants, dos de bastoners, dos de sardanes y una de diables, entre otras, desembarcarán este fin de semana en Tallin, capital de Estonia, para dar a conocer la cultura tradicional catalana entre los habitantes de esta república báltica.

Será en la 22ª edición del Aplec Internacional de la Sardana i Mostra de Grups Folklòrics, que el Centro de Promoción de la Cultura Popular Catalana, de la Generalitat, y las cuatro diputaciones provinciales del Principado subvencionan con unos 250.000 euros, explicó Francesc Melià, director de Adifolk, la asociación que organiza el evento.

Medir el impacto en el país de acogida es difícil, según los organizadores

Acudirán a Tallin 19 grupos de folclor catalán, entre ellos los castellers Colla Joves Xiquets de Valls y los gigantes de la Agrupació de Colles Geganteres de Catalunya, y alrededor de 600 miembros de estos grupos. Con sus acompañantes, llegarán al millar de personas. Irán también el consejero de Cultura, Joan Manuel Tresserras; el director del Instituto Ramon Llull y los presidentes de las diputaciones de Lleida y Girona. Trasladar tanta gente a Tallin y alojarlos allí desde mañana hasta el lunes ha sido difícil, explica Melià. Para ello, se ha llegado a fletar un vuelo chárter. El director de Adifolk subraya el esfuerzo de los miembros de los grupos, que se deben costear la mitad de los costes del viaje.

Pero el apoyo institucional no es poco. Un portavoz del Departamento de Cultura, del que depende el Centro de Promoción, señaló que el presupuesto de este año asciende a 195.000 euros y el resto lo aportan las diputaciones. El presupuesto anual del que dispone este centro para subvencionar el folclor catalán es de un total de 6,5 millones de euros, según explicó en enero su director, Ramon Fontdevila. El portavoz asegura que el peso del Aplec Internacional en este presupuesto es importante, pero razonable. "Creemos en él", subraya.

Aunque admite también que "es difícil medir estadísticamente el impacto" del evento, que todos los años se celebra en una ciudad distinta de Europa, en el país que lo acoge. El criterio más fiable es el eco en los medios, y este año la organización está contenta: Joan Manuel Tresserras será entrevistado mañana en la televisión estonia.

Más difícil lo tuvo el Aplec el año pasado, explicaron Melià y el portavoz del departamento, para estar presente en los medios de Francfort (Alemania), que acogió el evento unos meses antes de que la cultura catalana fuese la invitada de honor a la feria internacional del libro de esa ciudad. Melià explica que cuando el Aplec se empezó a celebrar en 1988, se hacía en grandes ciudades como Amsterdam y París, aunque luego se escogieron núcleos más pequeños para alcanzar una mayor difusión.

Adifolk es una asociación que se remonta al año 1972, cuando se celebraron las primeras Jornades Internacionals Folklòriques en Barcelona. Estas jornadas, que se siguen celebrando hoy en día, traen a Cataluña grupos folclóricos de todo el mundo. En 1988 se sumó a las Jornadas el Aplec Internacional.