Los 'westerns' de García Márquez

"La novela en imágenes perfecta". Ésa ha sido una de las búsquedas de Gabriel García Márquez, que a principios de los años sesenta creía que ese soporte lo proporcionaba el cine. Y en aquellos días de búsquedas para sobrevivir en México DF tuvo varios trabajos, entre ellos el de guionista de cine. Y trabajó en ello con ideas ajenas y propias. Ahora acaba de aparecer un inédito tan refundido que ni el propio Nobel colombiano recordaba: Frontera es el título de aquel guión que habla de dos pistoleros, uno mayor y uno joven, de un duelo que sostienen ambos con su pasado y emociones.

El hallazgo lo hizo el actor, director y productor mexicano Rodolfo Anda, que la filmará. Precisamente el cineasta Luis Alcoriza quiso rodar hace más de 40 años esta película y le ofreció el papel del pistolero joven al propio Anda, que nunca supo que el guión era del autor de Crónica de una muerte anunciada.

El cine siempre ha sido un gran sueño de García Márquez (Aracataca, Colombia, 1927). Así es que cuando llegó a México en 1961, tras la publicación de El coronel no tiene quien le escriba y su periplo europeo como corresponsal de prensa, estuvo bajo el amparo de su amigo Álvaro Mutis. A través de él conoció a lo más destacado de la intelectualidad mexicana: Rulfo, Buñuel, Fuentes, Monsiváis, Poniatowska, Rojo, Vicens, Alcoriza... Un día García Márquez empezó a trabajar como guionista. Fue con la adaptación de un argumento de Rulfo, El gallo de oro. Luego vendrían más adaptaciones, como Pedro Páramo, y otros originales, como En este pueblo no hay ladrones, recuerda Dasso Saldívar en la biografía El viaje a la semilla. En 1964, el narrador escribió para el director mexicano Arturo Ripstein el western Tiempo de morir, la historia de un matón en un periodo de violencia en Colombia tras cumplir condena, que se enfrenta a la soledad y las miradas. La experiencia como guionista le sirvió a García Márquez para comprobar que esa novela perfecta en imágenes que él buscaba crear era imposible en el cine, por ser un arte en el que intervienen muchas personas y factores. Dejó ese trabajo y poco después se encerró a escribir Cien años de soledad (1967).