El Gobierno asume que la actividad económica sufre un brusco frenazo

El Gobierno, que hace dos meses veía "enormemente exagerado" hablar de crisis y hace unas semanas decía que era un asunto "opinable", se dio ayer de bruces con la realidad. No sólo asumió la palabra crisis en su discurso oficial, sino que además efectuó una drástica revisión de las previsiones de crecimiento. En lugar del 2,3% calculado para ambos años, la economía crecerá sólo un 1,6% en 2008 y un 1% en 2009, las menores tasas desde la recesión de 1993. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, culpó de la situación a la subida del petróleo y del Euríbor, pero descartó que se llegue a una recesión. El frenazo supondrá destruir empleo el año próximo y que el paro se dispare hasta el 12,5%, lo que supone medio millón de desempleados más. En el segundo trimestre, el paro aumentó en 207.400 personas hasta el 10,4% de la población activa. El desplome del crecimiento supondrá también que el Estado tenga déficit este año y el próximo.