Nuevo atentado con excavadora cerca del hotel del candidato
Otra vez un ataque contra civiles en pleno centro de Jerusalén oeste. Otra vez con una excavadora. A las 13.15 de ayer, Ghassan Abu Tair, obrero palestino de 22 años, se subió al bulldozer con el que trabajaba y arrasó todo lo que encontró a su paso: coches, parada de autobús y viandantes, causando heridas a 16 de ellos, y dejando a uno en estado grave. La muerte no tardó en llegarle al agresor, que fue abatido a tiros por un civil armado -uno de tantos en Jerusalén- que pasaba por allí, y ayudado luego por uno de los soldados que acudieron corriendo al lugar del crimen.
"Vi la excavadora golpeando en todas direcciones. Empecé a correr detrás de ella y fue entonces cuando dispararon contra la cabina. Fue horrible", dice Kenny Lerner, un neoyorquino que emigró hace 11 años a Israel. Todo esto sucedió pocas horas antes de que el candidato demócrata estadounidense Barack Obama aterrizara en Jerusalén y se instalara en el hotel King David, a 100 metros del lugar del atentado.
Se trata del segundo ataque de este tipo en Jerusalén en menos de un mes, y como en la anterior ocasión, ningún grupo se ha atribuido el ataque, que ha vuelto a abrir el debate en Israel de cómo prevenir atentados perpetrados por los habitantes de Jerusalén Este; es decir, los que no tienen que cruzar el muro para moverse por Israel.