Las diferencias internas y la crisis del Foro Ermua acaban en los tribunales
Los críticos eligieron ayer nueva junta directiva, que Ezkerra tacha de ilegal
Irreconciliables. Así se revelaron ayer las diferencias entre los dos sectores del Foro Ermua, cuya proyección de futuro está ahora en el aire, amenazado, según todas las apariencias, de cisma irreparable. Así las cosas, tendrán que ser los tribunales los que den y quiten razones a las dos partes enfrentadas.
Como poco, su imagen saldrá herida de gravedad de este episodio, en el que se mezclan acusaciones de todo tipo, incluidas las referidas al uso inadecuado de los fondos de la asociación. Ambas partes anuncian auditorías y se culpan mutuamente de que no se haya relizado antes ese control externo de las cuentas.
Ambas partes entrecruzan acusaciones de mal uso de los fondos
La organización celebró una asamblea en Vitoria en la que nombró una nueva junta directiva y depuso al actual presidente, Iñaki Ezkerra. Éste negó validez legal a la reunión, aunque finalmente acudió al hotel donde se celebraba, tras haberla desconvocado a través de los medios de comunicación.
Desde el primer momento los ánimos se mostraron soliviantados, y ambas partes polemizaron incluso por la decisión previa de si dejar o no tomar imágenes del encuentro a las cámaras.
Ezkerra quiso dar a la asamblea el carácter de meramente informativa, mientras sus detractores sostuvieron su carácter decisorio y electivo de una nueva dirección.
Tras ese primer encontronazo, los críticos se trasladaron a otra sala dentro del mismo hotel, para celebrar su deliberación y la votación de la nueva junta. En ella consideraron válida y concurrente la candidatura que el propio Ezkerra presentó hace unos días por correo electrónico, según afirmaron. Ezkerra y sus seguidores abandonaron entonces el hotel.
El hasta ayer presidente, o aún presidente, según las dos versiones contrapuestas, se adelantó el viernes a interponer una demanda en el juzgado de guardia. Hoy pedirá una ampliación de ella contra los acuerdos adoptados ayer por sus rivales. Su abogado, Ramón Montero, calificó lo ocurrido de tan irregular como "contraer nuevo matrimonio antes de obtener el divorcio".
También los integrantes de la nueva junta, varios de ellos provenientes de la anterior, estudian acciones civiles o penales contra Ezkerra, al que atribuyen haber vertido en público "falsas acusaciones" con la única pretensión de "atornillarse en el cargo".
Siete de los diez integrantes de la anterior junta, aseguraron, habían abandonado a Ezkerra. Le atribuyen incapacidad para la gestión, aprovechamiento de la presidencia del Foro para fines personales, intromisión en la vida interna de los partidos incumpliendo con ello acuerdos expresos de la Junta Directiva y desprecio a ese órgano colegiado.
La asamblea dejó pendiente la elección de nuevo presidente. La nueva junta directiva la integran la vicepresidenta, Inma Castilla de Cortázar, Fernando García de Cortazar, Ricardo Benedi, Michelo Artiach, Iñigo Martínez de Pisón, que será el nuevo secretario, Fernando García-Capelo, María José Delclaux, Gustavo Jaso, Joaquín de Paúl y Jorge Knopf. Según informaron, la votación contó con la participación de 89 socios, la mayoría de ellos por delegación de voto, cuya constancia escrita mostraron. De ellos, 86 apoyaron la nueva junta directivo, mientras uno votó en blanco y dos se abstuvieron. La candidatura de Iñaki Ezkerra, en la que le acompañan, entre otros, tres cargos del PP, la parlamentaria Nera Alzola, Mari Mar Blanco y Vicente de la Quintana, obtuvo un voto. La completaban el ex socialista Antonio Aguirre, Isabel Calero, Eleazar Ortiz, Victoria Longares, Jesús Lainz y Juan Carlos Sancho.
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