La Guardia Civil custodia una marcha en una finca privada
Más de un centenar de personas que participaban ayer en una marcha colectiva matinal por el Camino Real que discurre a través de la finca privada La Granjilla, de la villa de El Escorial, fueron retenidas en su caminar por grandes candados que sellaban las puertas que les impedían el paso. Las verjas de acceso a la finca estaban cerradas y los excursionistas no pudieron culminar su marcha. Guardias de seguridad privada les filmaban desde unos matorrales cercanos.
Los senderistas, que forman parte de colectivos ciudadanos, vecinales y ecologistas, reivindican desde hace años el paso libre por ese camino real, a lo cual se opone el propietario de La Granjilla, Santiago Aguirre y Gil de Biedma, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Tras varias horas de retención, la Guardia Civil abrió el paso a los integrantes de la marcha. Posteriormente, presentaron una denuncia ante el Juzgado de Guardia de San Lorenzo de El Escorial.
Sentencia favorable
Una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, de junio de 2006, dio parcialmente la razón al propietario de la finca, pero tanto el Ayuntamiento de El Escorial, que incluye ese camino real en una guía de caminos de tránsito público, como la propia Comunidad de Madrid, recurrieron en septiembre de aquel año la sentencia, que aún no ha sido corroborada por el Tribunal Supremo. Tanto el consistorio local como el Gobierno regional señalan en sus recursos que por la finca La Granjilla discurre no sólo un camino real histórico, que data del siglo XVI y que conduce hasta una ermita de Nuestra Señora de la Herrería de culto popular tradicional, sino además una vía pecuaria, igualmente de libre paso según el derecho consuetudinario.
Una marcha semejante, celebrada meses atrás, se saldó con una multa de 300 euros, más el precio de un candado, a uno de los integrantes, Lucas Reguilón, al que se atribuyó el haberlo roto. En la puerta, los propietarios mantienen un cartel que reza: "Prohibido el paso, propiedad particular". Pero aquel juicio de faltas, que se halla recurrido, no se pronunció sobre la polémica suscitada por la actitud del propietario de la finca en su negativa a permitir el cruce libre por su propiedad, que procede de la desamortización del siglo XIX. La finca alberga construcciones del reinado de Felipe II.
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