La dignidad de un profesional veterano
PREGUNTA. El mes próximo cumpliré 57 años y justo hace un año que mi empresa, una multinacional de los electrodomésticos a la que he dedicado 18 años, decidió rebajar mis funciones de director regional de ventas a vendedor "de a pie", y eso que siempre había cumplido con mis objetivos. Creo que la empresa tenía clara mi reacción, ya que por lógica tuve que decir no a la imposición de degradarme. Quien me ha sustituido tiene 42 años y su remuneración es aproximadamente una tercera parte de lo que yo percibía. Todavía no he conseguido recolocarme, por lo que, dada mi edad, no sé si el dejarme arrastrar por el sentido de la dignidad fue un acierto o un error. ¿Qué opinan? J. M. L. Zaragoza.
Si le degrada su empresa, la mejor opción que tiene es abandonarla
RESPUESTA. Desconozco cuáles son las razones que han llevado a su empresa a actuar de esa manera, pero sí parece una decisión bastante injusta. Por desgracia, no es el suyo el primer caso ni será el último. Con la decisión que usted ha tomado, sin duda se expone a una situación complicada dada la edad que tiene, aunque también es verdad que el hecho de haber decidido dejar su empresa y arriesgar demuestra que es una persona de principios y con ganas de seguir luchando.
Toda decisión en la vida tiene sus pros y sus contras y nunca sabremos qué hubiera pasado si hubiéramos tomado otra opción diferente. Por tanto, el consejo es que no se plantee si la decisión ha sido errónea o no, lo importante es que ha actuado con dignidad, algo que nadie podrá echarle nunca en cara.
Debe sentirse mal pensando que todavía no ha encontrado un nuevo trabajo y pensando que, quizá, debería haberse quedado en su anterior empresa. Pero, ¿se ha parado a pensar si realmente sería feliz en una empresa que después de 18 años valora su aportación y esfuerzo degradándole? ¿Cree que hubiera tenido la energía y motivación necesarias para levantarse todos los días a realizar un trabajo como el que le ofrecieron? Realmente es difícil contestar afirmativamente a esas preguntas, excepto si está hecho de puro hielo.
Siga adelante, no se plantee qué hubiera pasado si hubiera hecho esto o lo otro. No hay respuesta a esa pregunta, así que no le dé más vueltas. Deje que lo pasado, pasado esté. Tiene mucho que aportar todavía y sus conocimientos y experiencia serán siempre un activo.
No será fácil encontrar un nuevo trabajo con la rapidez que uno desea, pero centre su energía y sus pensamientos en procurar que tarde o temprano se le abran nuevas puertas. Gestione sus contactos, trate de dar a conocer su disponibilidad en aquellas empresas que le interesen y con las que haya tenido relación en el pasado, busque posibles colaboraciones y apoyos, pero sobre todo, tenga plena seguridad en la decisión tomada, pues le ayudará a afrontar su nueva etapa con la energía necesaria.
Almudena Corral es directora de Calidad y Procesos de Hay Selección.
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