Montilla aplaca al sector que pide grupo del PSC en el Congreso
Que nada desluzca la fiesta. Los socialistas catalanes comenzaron ayer bajo esta consigna su XI congreso, el primero con José Montilla en la presidencia de la Generalitat, y en el que sólo un punto amenazaba con sembrar la polémica: las demandas de los sectores más catalanistas para que el Partit dels Socialistes (PSC) rompa con el PSOE en el Congreso de los Diputados y constituya un grupo propio. Pero Montilla se las ha arreglado para llegar al cónclave con esta grieta ya taponada tras intensas negociaciones con los más críticos. El primer secretario del PSC, eso sí, se comprometió a dotar a los diputados del PSC de "voz propia y autónoma" en todos los asuntos que afecten a Cataluña. No dijo cómo.
Las demandas de los más catalanistas no son ni mucho menos nuevas en el PSC, pero sí han tomado especial relevancia tras los retrasos en el desarrollo del Estatuto y por algunos de los incumplimientos del Gobierno, como el traspaso de Cercanías o la descentralización de los aeropuertos. Los que piden grupo propio, con el consejero de Economía, Antoni Castells, a la cabeza, creen que sería una buena fórmula para presionar más al PSOE. Quienes lo rechazan argumentan que no es el momento de dividir a los socialistas en el Congreso, pues implicaría que el del PP se convirtiera en el grupo más numeroso.
El congreso de los socialistas catalanes, que se clausura mañana, aprobará con toda probabilidad una enmienda transaccional de consenso. Dirá que no se renuncia al grupo propio pero dejará su eventual creación en manos de la dirección. Montilla tuvo un gesto hacia los sectores catalanistas que también sonó a advertencia al Gobierno de Rodríguez Zapatero, en el que el PSC ocupa dos ministerios. "Donde se tomen decisiones que afecten a los intereses y al futuro de Cataluña, allí se encontrará el PSC con voz propia y autónoma preparada para convertirse en su portavoz más leal y exigente", dijo Montilla. El PSC también afronta su cónclave con el reto de ampliar la base electoral, pues si bien ha recolectado éxitos, sigue por detrás de CiU en las autonómicas. Montilla dijo ayer que el PSC es ya el partido de la "centralidad catalanista", pero el reto es ahora convencer a los que, si bien votan al PSC en las generales, apoyan a CiU en las autonómicas. Para conseguirlo, el partido ha adoptado gestos centristas que pretende imprimir en el Gobierno catalán.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.