Los cónclaves regionales del PSOE refuerzan a los barones territoriales
Zapatero otorga a Blanco tanto poder sobre el partido como el que tuvo Guerra
El poder territorial del PSOE se mantiene invariable en las manos de los mismos barones. Así lo ponen de manifiesto los congresos regionales que se celebran desde hace una semana, como continuidad del congreso federal de hace diez días. La consolidación de José Luis Rodríguez Zapatero como secretario general, con el 98% de los votos de los delegados, viene seguida de la elección del resto de los secretarios generales con cifras de apoyo igual de abultadas.
Todos presentan ejecutivas con una fuerte renovación pero que empieza a partir de ellos, en algunos casos, y, en otros desde el número tres o cuatro. En ningún caso hay una mujer como secretaria de organización, cargo de gran entidad, como lo es Leire Pajín en la ejecutiva federal.
Para dar el abrazo de despedida a Juan Carlos Rodríguez Ibarra y el de bienvenida como secretario general de los socialistas extremeños a Guillermo Fernández-Vara estuvo ayer Leire Pajín en Badajoz. El mismo ambiente de unidad respirará hoy la secretaria de organización cuando asista a la reelección de Marcelino Iglesias como secretario de los socialistas aragoneses.
El conato de disidencia que Pajín podría haber vivido también hoy, horas más tarde, en Murcia se ha zanjado porque Javier Mármol, finalmente, no competirá por la secretaría general con Pedro Saura, que será reelegido. El socialismo murciano, no obstante, vive con dramatismo su estancia en la oposición desde hace 13 años. Al igual que le ocurre a los riojanos, que también dieron un nuevo voto de confianza a su reelegido secretario general, Juan Francisco Martínez-Aldama, pese a la última derrota electoral.
No es el caso de los socialistas baleares, que hoy reelegirán como líder a Francesc Antich, presidente de la comunidad, tras hacerse con el Gobierno mediante pactos. Y esa dinámica se vivió la semana pasada con la reelección por cuarta vez del presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, como secretario general con el 100% de los votos.
Es nuevo Roberto Jiménez al frente de la secretaría general de los socialistas navarros, cuyo partido vive una situación difícil al seguir en la oposición después de tener la expectativa de gobernar y del fallecimiento del anterior secretario general, Carlos Chivete.
Éste es el cuadro territorial, sin apenas nubarrones, que el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, deja a Pajín, ahora con el control del aparato del partido. Será el lunes cuando la ejecutiva que formó Zapatero conozca las funciones de cada uno de sus miembros. "El vicesecretario general tendrá las funciones que le delegue el secretario general". Y esas funciones serán "todas", señalan en fuentes de la ejecutiva, por lo que Blanco tendrá el poder que tuvo en el mismo cargo Alfonso Guerra. Zapatero ha depositado toda su confianza en Blanco y en la organización se sabe que el vicesecretario tiene un inmenso poder. En sus atribuciones está la coordinación de la política de la ejecutiva federal, con el Gobierno y con el grupo parlamentario, así como las relaciones con los líderes de los partidos.
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