Obama centra su estrategia en Afganistán
El candidato demócrata mantiene los planes para poner fin al despliegue iraquí
"Mantengo firmemente mi plan para poner fin a la guerra de Irak", dijo ayer el candidato demócrata a la presidencia de EE UU, Barack Obama, para despejar sospechas sobre un cambio de posición al respecto y para defender una nueva estrategia antiterrorista que parte del reconocimiento de que esa guerra fue un error y concluye con la necesidad de centrar a partir de ahora todos los esfuerzos en Afganistán y en la lucha contra Al Qaeda en Pakistán.
"El frente central de la guerra contra el terrorismo no es Irak y nunca lo fue", manifestó Obama en Washington en el discurso más importante pronunciado hasta la fecha sobre asuntos de seguridad y política exterior. Su propósito, por tanto, si es elegido presidente, es retirar las tropas de aquel escenario y reforzar la presencia militar en Afganistán -"ésa es la guerra que hay que ganar"-, así como aumentar los esfuerzos para frenar el crecimiento de Al Qaeda en Pakistán -"no podemos permitir un santuario terrorista en Pakistán"-.
"Seremos tan prudentes para salir como imprudentes fuimos para entrar"
Prometió proceder a la retirada de forma "escalonada, responsable" y atendiendo en todo momento las recomendaciones de los mandos militares. "Seremos tan prudentes para salir como imprudentes fuimos para entrar", repitió. Pero insistió en que se puede cumplir con ese objetivo en 16 meses, aunque dejó abierta la posibilidad de que ése no sea un plazo rígido.
Obama estableció ayer nuevas prioridades y nuevos conceptos en materia de seguridad internacional para Estados Unidos. Prometió, desde luego, "hacer uso de todos los instrumentos" a su disposición "para garantizar la seguridad de los norteamericanos". Pero dibujó una nueva hoja de ruta.
El candidato demócrata recordó que, después del 11-S, Estados Unidos "podría haber unido al mundo contra los que perpetraron ese ataque". En lugar de eso, se ganó la antipatía universal por entrar en una guerra que "nos distrajo de las verdaderas amenazas, socavó nuestro prestigio, nuestra economía y nuestras Fuerzas Armadas".
"Pero hay que hacer algo más que mirar atrás", añadió. "Quiero dirigir una nueva estrategia que no esté únicamente focalizada en Irak y que nos ayude a hacer más seguro este país". Esa estrategia incluye, explicó, la aceptación de que "Irak no va a ser un lugar tranquilo ni tenemos recursos infinitos para conseguirlo".
Obama elogió el trabajo del jefe militar en el país árabe, general David Petraeus, y de los soldados desplazados a ese frente, pero consideró que los avances obtenidos en los últimos meses no conducen necesariamente a una victoria final.
"¿Cuál es el éxito al que se refieren John McCain [el candidato presidencial republicano] y el presidente [George] Bush en Irak?", se preguntó Obama. "La victoria no se va a producir en Irak con una ceremonia de rendición. La victoria es poder transferir a un Gobierno iraquí la responsabilidad de su seguridad. Y eso es conseguible al tiempo que se produce un repliegue progresivo".
El senador de Illinois añadió a su plan el mantenimiento de "una fuerza residual" en Irak para proteger a los ciudadanos estadounidenses e instruir a los militares iraquíes. Garantizó que eso no será la excusa para el establecimiento de bases permanentes en Irak. Y propuso la creación de una coalición internacional para contribuir a la posguerra en ese país.
Liberado del compromiso y de la sangría humana y económica en Irak, Estados Unidos estará en mejores condiciones, según Obama, de utilizar sus Fuerzas Armadas y los 10.000 millones de dólares (6.280 millones de euros) mensuales que ahora gasta en ese país para derrotar a Al Qaeda y los talibanes en Afganistán.
McCain criticó ayer esta estrategia. "Lo que el senador Obama está diciendo es que no podemos ganar en Afganistán sin perder en Irak. Es exactamente al contrario: es precisamente el éxito en Irak lo que nos muestra el camino para triunfar en Afganistán".
El discurso de Obama ayer le dio al candidato demócrata la iniciativa en un tema en el que su rival tiene más experiencia y goza de más autoridad. Obama profundizará en este terreno en los próximos días con un viaje, cuyas fechas no se han anunciado todavía, a Oriente Próximo y Europa, con posibles paradas en Irak y Afganistán.
Obama intenta robustecer así lo que hasta ahora parecía el punto más débil de su candidatura. Definió su idea de seguridad como una sabia combinación de la fuerza y el diálogo. Y mencionó los asuntos que, junto a la retirada de Irak y la lucha contra Al Qaeda, constituirán las prioridades de su Administración en esta materia: la protección de las armas nucleares frente a amenazas terroristas o de países enemigos, la seguridad energética y la construcción de nuevas alianzas diplomáticas.
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