Las votantes de Clinton se resisten a apoyar a Obama
El núcleo más entusiasta de la senadora duda entre abstenerse o votar a McCain
Edith Miller luchó hasta el último minuto por Hillary Clinton. El 7 de junio acudió al discurso de despedida en Washington. Le había donado 1.795 dólares de su bolsillo y se había tomado una decena de días libres en su trabajo para viajar a seis Estados y hacer campaña.
Escuchó a la ex primera dama decir adiós y pedir a los 18 millones de personas que la habían votado que formaran filas detrás de Barack Obama. Más de un mes después, Edith no quiere oír hablar del senador. "Votaré en blanco. Jamás le daré mi apoyo a ese mediocre político de Chicago. No me representa".
"Jamás daré mi voto a ese mediocre de Chicago", dice una seguidora de Hillary
La amargura de Miller no es una excepción. Todavía queda un gran rencor hacia Obama en el núcleo duro de Hillary Clinton. Según una encuesta de la cadena de televisión CNN y de la consultora Opinion Research, un tercio de los votantes de Clinton ha decidido abstenerse en noviembre.
La empresaria Lynn Forrester de Rothschild también se resiste a entregar su voto y su capacidad de recaudar dinero a Obama. Es una de las mujeres que más dinero han logrado para la campaña de la senadora: más de 100.000 dólares. Tras la retirada de Hillary, ha organizado una página web, Together4us.com, en la que ha incluido un manifiesto en el que se lee: "Se nos pide que abracemos la unidad del partido sin que podamos contar con una representación justa de Hillary Clinton y sus 18 millones de votos".
A pesar de los constantes esfuerzos de Obama por atraerse apoyos como el suyo, De Rothschild ha decidido esperar y ver qué sucede en las convenciones que ambos partidos tienen este verano. "Me daría mucha pena abandonar el Partido Demócrata después de tanto tiempo, pero después de todo lo sucedido, no es una idea descabellada que pueda votar a John McCain".
Para conseguir la capacidad de recaudación de mujeres como Forrester de Rothschild, McCain cuenta con el apoyo de una poderosa aliada: Carly Fiorina, ex directora de la compañía Hewlett- Packard y nombrada directora para el triunfo del Comité Nacional Republicano. Su trabajo es recaudar dinero para McCain. Su nombre suena, además, como posible candidata a la vicepresidencia. Su imagen no es la de una conservadora tradicional. Es más bien una mujer de ideas progresistas en lo que respecta a derechos sociales. No se ha preocupado en desmentir los rumores de que podría ocupar el segundo puesto de McCain. "Si mantienes todas las puertas abiertas, el futuro se resuelve por sí mismo", dijo el lunes.
De momento, y a pesar del poderoso tándem McCain-Fiorina, las deserciones femeninas en el Partido Demócrata no pasan de ser algo residual. "Desde los años ochenta, el voto femenino ha sido predominantemente demócrata, y eso no va a cambiar por una simple candidatura", explica Debbie Walsh, directora del Centro para las Mujeres Americanas y la Política de la Universidad Rutgers. "Un candidato demócrata no puede ganar sin el apoyo femenino. Pero de todos modos, tras un periodo de adaptación, estos votos irán a parar a Obama", añade.
Entre los delegados y superdelegados que acudirán a la Convención Nacional Demócrata empieza a despuntar la disciplina de partido. Mary Eva Candon es una superdelegada de Washington. Ha hecho campaña activa por Clinton, recogiendo firmas y repartiendo carteles. En la Convención dará su voto a Obama. "El grupo de mujeres que se resisten a votar al senador es pequeño pero fuerte, se hace oír", explica. "Pero está claro que sus aspiraciones se verán antes realizadas con Obama que con McCain. Además, está claro que Hillary es una superviviente. Aún le queda mucha carrera por delante. De todos modos, el senador Obama deberá tratar muy bien el campo de Hillary Clinton, porque ganó 18 millones de votos y éstos son imprescindibles para ganar en noviembre". Obama se ha comprometido a pagar un precio por este apoyo: ayudará a su rival a pagar la deuda de 22 millones de dólares que contrajo durante su larga campaña. Pero no ha dado ningún paso que augure una candidatura Obama-Clinton.
En las últimas semanas, medios como las revistas Salon o Newsweek han añadido a la larga lista de vicepresidenciables a la gobernadora de Kansas, Kathleen Sebelius. Esta liberal ha ganado en dos ocasiones unas elecciones en un Estado que es parte del corazón conservador de Estados Unidos y dio su apoyo público a Obama a principios de enero. "Al final", dijo en una entrevista con Salon, "no dudo de que las votantes
arroparán a Barack Obama".
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