Anillo verde para una almendra medieval
Vitoria, capital del medio ambiente, vive la recuperación de su casco histórico
Vitoria se transforma durante esta semana en la ciudad del jazz. Desde el mediodía hasta altas horas de la madrugada. Pero también se puede encontrar un hueco para disfrutar con algunos de los atractivos que marcan el carácter de la ciudad.
- Capital del medio ambiente. Vitoria, la capital de la sostenibilidad y el medio ambiente, ofrece la oportunidad de pasear en una de las más de 600 bicicletas que el Ayuntamiento pone a disposición de vecinos y forasteros con sólo mostrar un documento de identidad -información en la Oficina de Turismo (telf.; 945 161598/9)-. Es el mejor medio de locomoción por una ciudad que cuenta con más de 50 kilómetros de carril-bici y una orografía ideal, que tiene en la almendra medieval su único accidente geográfico relevante.
La ciudad se contagia de música en una de sus semanas más activas
Pero de lo que se trata es de disfrutar de esa joya que rodea la ciudad, el anillo verde, que es mucho más que las reconocidas lagunas de Salburúa o el bosque de Armentia, los enclaves más conocidos. Por ejemplo, merece la pena disfrutar del recuperado río Zadorra que atraviesa la ciudad por el norte.
- Gótica y contemporánea. Entre el gótico de la catedral de Santa María y la plástica contemporánea que atiende el Artium, Vitoria procura una oferta variada y entretenida a lo largo de una selección de museos y edificios monumentales. En el recorrido, la almendra medieval ejerce de imán para el forastero, puesto que las principales referencias se encuentran en este casco viejo, irresistible desde su perfecta configuración urbana. En lo alto de la colina, el Centro Cultural Montehermoso ejerce como uno de los principales impulsores de la creación artística feminista.
En el Artium, el visitante tiene la oportunidad de encontrarse con una apuesta decidida por la última creación. El museo que acoge la segunda mejor colección de arte contemporáneo español combina la exhibición rotatoria de sus fondos, con exposiciones temporales como Power Food, una mirada crítica a la cultura gastrónomica desde el arte.
Ya de vuelta al casco viejo, en la plaza de Burullerías, junto al palacio de los Anda o la antigua casa de postas que hoy acoge el restaurante El Portalón, se encuentra el acceso a la catedral de Santa María, en la calle Cuchillería, 95, que permite un viaje al corazón de un templo gótico, escenario de una rehabilitación integral, con especial atención estos días a su pórtico y su torre (www.catedralvitoria.com).
- Gastronomía. Vitoria es la capital del movimiento slow food en Euskadi (www.slowfoodaraba.es), esa organización internacional que trata de recuperar los ingredientes naturales y las prácticas gastronómicas sanas. Uno de sus promotores es el joven cocinero Luis Ángel Plágaro, de La Cocina de Plágaro (telf.; 945 27 96 45), fiel reflejo de la renovación de la cocina en Vitoria, junto con El Clarete (telf.; 945 28 77 75).
Otro restaurante de referencia es el Ikea (telf.; 945 14 47 47), recientemente restaurado bajo la dirección del diseñador Mariscal. Además, El Caserón (telf.; 945 23 00 48), Arkupe (telf.; 945 23 00 80) o Izaga (telf.; 945 13 82 00), sin olvidar al restaurante de referencia para la decana de las guías gastronómicas, la Michelín, que ha reconocido con una de sus estrellas al Zaldiaran (telf.; 945 13 48 22).
Otras restaurantes de ambiente más moderno: el Tempeh (telf.; 945 14 04 93) o el Cube, en el Artium (telf.; 945 20 37 28).
- La noche. Además de los conciertos vinculados con el programa del Festival, distintos locales ofrecen jazz a partir de la medianoche, como el Dublín (plaza de la Virgen Blanca) y el Molly Malone (San Prudencio, 16).
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