De Sevilla a Ópera, sólo a pie
La calle de Alcalá será peatonal el año que viene, cuando terminen las obras de Fomento - El objetivo es despejar el centro de coches
En poco tiempo, al centro neurálgico de la capital de España sólo se podrá llegar a pie o en transporte público. Ayer, el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció que la calle de Alcalá, entre la Puerta del Sol y la calle de Sevilla, será peatonal cuando terminen las obras del intercambiador de Sol. Y eso, presumiblemente, sucederá a mediados de 2009. La plaza lleva levantada desde abril de 2006 por las obras del intercambiador subterráneo que realiza el Ministerio de Fomento.
De este modo, se creará un gran eje peatonal de unos 850 metros que irá desde la plaza de Ópera, pasando por la calle del Arenal, hasta la calle de Virgen de los Peligros -que se mantendrá abierta al tráfico rodado-. El proyecto enlazará con las calles, también peatonalizadas, de Montera, Preciados y Arenal.
En paralelo, los coches autorizados sí podrán circular por el otro eje que forma ya la calle Mayor con la carrera de San Jerónimo y que atraviesa Sol. Así, por donde hace poco más de dos años circulaban cada día unos 27.000 coches, dentro de un año sólo lo harán taxis y vehículos oficiales y de residentes.
En Alcalá quedará "un carril o dos" (a la izquierda en sentido Sol), explicó el alcalde, para permitir la circulación de los coches que entren y salgan del aparcamiento de esa calle y para los vehículos oficiales que se dirijan a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional. También se mantendría el giro de la esquina entre Alcalá y la carrera de San Jerónimo para permitir la salida de los coches por esa vía. "Ésta es la idea sobre la que se trabaja, pero hay que hacer los estudios definitivos de movilidad para ver cómo enlazar los carriles, así como los plazos en función de las notificaciones de Fomento sobre la ocupación de la plaza y sobre la finalización definitiva de las obras", matizó el alcalde.
Todo el complejo inmobiliario situado en la manzana comprendida entre la carrera de San Jerónimo y Alcalá, y que comienza en la plaza de Canalejas, se está remodelando. El proyecto pretende que los edificios ahora vacíos los ocupen un centro comercial y un hotel de cinco estrellas. Frente al complejo están situados los edificios del Ministerio de Hacienda, el Casino de Madrid y la Real Academia de San Fernando.
Y cuando las obras de Fomento terminen, anunció Gallardón, también se remodelará toda la superficie de la Puerta del Sol. Pero como en el caso del proyecto de Alcalá, no dio detalles de plazos ni de coste.Estas reformas que anunció ayer Gallardón son para echar a los coches del centro. Pero hay un problema: la gente que vive en esa zona también tiene vehículo, pero no sabe dónde meterlo porque no hay suficientes plazas para residentes. Esta queja es la que los comerciantes de la plaza Mayor expusieron el pasado martes al alcalde.
Por eso, y porque el Ayuntamiento no sabe dónde construir nuevos aparcamientos, Gallardón dijo ayer que está estudiando la idea de recuperar algunas concesiones de aparcamientos rotatorios para convertirlos en plazas para los vecinos. Una idea que gusta al concejal de IU Ángel Lara, que ya lo había solicitado en varias ocasiones, pero que ha enfurecido a los empresarios del sector. En el centro de Madrid hay ahora mismo 27 aparcamientos mixtos y rotatorios. La expiración de las concesiones varía en cada caso, y por tanto también el precio que habría que pagar por recuperarlos.
"Si piensa hacer eso tendrán que indemnizar con dinero público a los empresarios. Aunque con todo lo que han recaudado subiéndonos el IBI y la tasa de vado, supongo que dispondrán de capital", criticó con cierto sarcasmo Miguel Cantos, presidente de AMEGA, la asociación que reúne a propietarios de más de 500 aparcamientos de la ciudad y que batalla en los tribunales contra el Ayuntamiento por la subida de la tasa de vados.
"Se quiere potenciar el comercio en esa zona, pero se obliga a todo el mundo a ir en coche o en autobús. Además, me parece un anuncio imprudente, y más en los tiempos de crisis que atravesamos", insistió Cantos.
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