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ICV lleva a los tribunales la fuga radiactiva de la nuclear de Ascó

La formación ecosocialista solicita penas de hasta 20 años de cárcel

A la cárcel por haber emitido radiactividad de forma deliberada. Es el argumento que sostiene Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), coalición que forma parte del Gobierno catalán, en la denuncia que presentó ayer contra los responsables de la central nuclear de Ascó (Ribera d'Ebre) por la fuga radiactiva del pasado mes de noviembre.

El escrito fue entregado por el diputado de ICV en el Congreso, Jordi Herrera, a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo en Madrid. La denuncia exhorta al fiscal, Antonio Vercher, a "identificar los responsables físicos o jurídicos" de manipular el tarado de los monitores de radiación de la nuclear, lo que acabó propiciando el escape de radiactividad al exterior. Para los responsables de tal decisión, ICV solicita penas de cárcel de hasta 20 años y la inhabilitación por otros tantos, según los artículos del Código Penal sobre los delitos relativos a la energía nuclear. Éstos castigan a quienes liberen energía nuclear o elementos radiactivos que pongan en peligro la vida o la salud de las personas.

La denuncia también carga contra el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), autoridad reguladora de la actividad atómica en España. La formación política pide al CSN que aporte toda la documentación del incidente, así como las mediciones efectuadas en la central y sus alrededores, datos que el CSN sigue sin presentar alegando que están "en proceso de elaboración".

"Nos personamos como acusación particular porque queremos llegar hasta las últimas consecuencias", subrayó ayer el secretario general de ICV, Jordi Guillot. Éste condenó la laxitud con que el Gobierno central ha abordado la fuga y exigió un calendario de cierre del parque nuclear español, "empezando por las centrales de Ascó y Vandellòs", que acumulan el 80% de los últimos incidentes.

La central de Ascó, propiedad de Endesa e Iberdrola pero gestionada por la primera, afronta además una sanción millonaria: el CSN medita sumar en su propuesta varios incumplimientos, cada uno de los cuales puede tener hasta 10 millones de multa.

La denuncia de ICV se suma a la presentada por Greenpeace, ésta ante la Fiscalía de Tarragona, a finales de abril. La organización ecologista animó al resto de formaciones políticas a interponer denuncias por cómo se produjo el escape.

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La fuga ocurrió el pasado 26 de noviembre, cuando dos operarios vertieron un bidón con 50 litros de agua radiactiva a la piscina de combustible. Parte del agua alcanzó una rejilla, pero el sistema de ventilación de emergencia contuvo el aire contaminado. Al día siguiente, el nivel de radiactividad en la sala impidió poner en marcha la ventilación normal, que conecta con el exterior. "El titular", según el informe del CSN, elevó el nivel de tarado de los monitores para hacerlo. Alguien, concluye ese informe, apagó u ordenó apagar la alarma que contenía la fuga. ICV pretende llevarle a los tribunales.

"No es un error de diseño"

La avería de una válvula de seguridad de la nuclear de Ascó I, registrada hace dos semanas, no se produjo por casualidad. El dispositivo se bloqueó a resultas del procedimiento "inadecuado" con que la nuclear operaba el sistema.

Así lo resuelve el análisis elaborado por Westinghouse Electric, empresa responsable del diseño de la central y de la propia válvula, que quedó inutilizada. El dictamen, solicitado por la misma dirección de Ascó, sentencia que "no es un error de diseño", achaca la rotura a la forma de proceder de la central y la emplaza a modificar el operativo. En eso trabaja la planta desde principios de semana, cuando recibió el informe de la compañía estadounidense.

La nuclear, parada desde el pasado 10 de junio debido a la fuga radiactiva, detectó la avería de la válvula el 28 de ese mes, cuando se preparaba para la puesta en marcha del reactor. La válvula rota obligó a aplazar el arranque al 5 de julio. Y la rotura de otra válvula, a su vez, forzó a reaplazarlo al próximo sábado en un principio. La dirección mantiene esta previsión, en espera de que hayan acabado los contratiempos.

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