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Reportaje:

Química para iniciados

Una pyme de Santiago investiga técnicas para descubrir medicinas innovadoras

María Fernández

De la Universidad de Santiago ha nacido la semilla de la única empresa dedicada a la química orgánica en Galicia. Los cuatro fundadores de GalChimia (Carme Pampín, Jacobo Cruces, Ramón Estévez y Gabriel Tojo) apoyados por la sociedad de capital riesgo Unirisco, han sido capaces de demostrar que la investigación de alto nivel también es posible aquí, aunque cueste.

Pasados cinco años desde su fundación, han superado la "etapa crítica", el momento más difícil, según la estadística de mortalidad empresarial. Sus ventas han crecido como la espuma (un 800% desde 2002) al igual que la plantilla, que ha pasado de cuatro a 24 personas, el 40% de ellas doctores y seis de cada diez, mujeres. No tienen competencia en Galicia, ni clientes. "Y es una pena", se lamenta Carme Pampín, "ése era nuestro miedo al principio. Queríamos ofrecer productos con ambición de ser internacionales y nos preguntábamos: '¿Qué atractivo tenemos para que vengan aquí a encargarnos algo?". Al final, gracias a Internet y a que todo parece estar ahora más cerca, no les costó tanto. "El problema fue conseguir una conexión aceptable. Fue muy difícil pese a que estamos a 20 minutos de Santiago". Otro gran inconveniente está en la falta de suelo, un preciado tesoro para los empresarios: "Somos un laboratorio químico y teníamos que cumplir una serie de principios de seguridad y prevención de riesgos. No puedes instalarte en cualquier parte. Nos decidimos por este espacio, en la antigua mina de Riotinto, y empezamos a trabajar en 50 metros cuadrados". Ahora, con la plantilla multiplicada por seis, se aprietan en 350 metros en los que caben cinco laboratorios, sala de reuniones, administración y oficinas.

Trabajan apretados en 350 metros que albergan cinco laboratorios
No tienen ni un solo cliente gallego. "Es una pena", dice Carme Pampín

Inicialmente pensaron en decantarse por la síntesis a medida, es decir, por preparar productos químicos que no aparecen en los catálogos comerciales pero que pueden ser interesantes. Ahora están más orientados a la investigación y el desarrollo en el campo de la química. Y ahí es donde aportan más valor. Investigan para la industria farmacéutica bajo contrato (proyectos completos que desarrollan de forma integral para una sola empresa), y se han especializado en el desarrollo de procesos (enfocado a empresas de medicamentos genéricos o a aquéllas que tienen un método para sacar un producto al mercado y quieren optimizarlo).

No han dejado la síntesis a medida ni la I+D propia. Ahora tienen dos proyectos en marcha, uno de ellos, llamado Genius Pharma, es una alianza en el campo de la I+D liderada por las compañías farmacéuticas Laboratorios Almirall, Laboratorios del Dr. Esteve, Palau Pharma y las empresas de base tecnológica Crystax Pharmaceuticals y Enantia, junto con GalChimia. Su objetivo es desarrollar y consolidar en España tecnologías clave para el descubrimiento de medicamentos innovadores.

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Ese proyecto, apoyado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico del Ministerio de Industria, parte de la idea de que, hoy por hoy, el proceso para descubrir un medicamento no es eficiente. En el mejor de los casos, en el de productos candidatos a desarrollo preclínico, las posibilidades de llegar al mercado son del 8%. Por eso el único modo de mejorar es creando alianzas que sean capaces de predecir mejor las características de seguridad y eficacia clínica de los productos.

El objetivo de Genius Pharma, en el que participan, está en facilitar la I+D farmacéutica española, evitando el tener que buscar en el extranjero know-how que, se supone, estará disponible en el país. En el futuro, esperan que este plan contribuya a poner a las empresas españolas en el mapa de la investigación preclínica.

Y ojalá lo logren aunque, por ahora, se conformarían con que el primer cliente gallego llamase a su puerta (su mercado está en Madrid, Barcelona y en países europeos). No se les oye hablar de crisis: "Sí la sentimos en el 2004 con el medicamentazo. Las farmacéuticas recortaron presupuestos. Pero hoy, afortunadamente, no nos afecta".

Pampín, en uno de los cinco laboratorios de GalChimia que, en conjunto, ocupan 350 metros.
Pampín, en uno de los cinco laboratorios de GalChimia que, en conjunto, ocupan 350 metros.ANXO IGLESIAS

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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