La sede de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones se esboza en el Poblenou

Una carpa bajo un sol de justicia sirvió ayer de escenario para la presentación de la futura sede permanente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), que invertirá 62,5 millones de euros en el proyecto, ubicado a pocos metros de la Torre Agbar, en el distrito tecnológico 22@. La sede constará de un moderno edificio de 10 plantas de altura, anejo a la nave de una antigua fábrica textil, la de Can Tiana. La construcción del edificio corre a cargo del grupo Castellví, sobre el diseño de los arquitectos Enric y Joan Roig.

La presentación permitió a un centenar largo de empleados ver la maqueta de su futuro lugar de trabajo, aunque el público estuviera sobre todo pendiente, entre codazos, de una anécdota: Miguel Sebastián no lucía corbata, un día más, tras su choque al respecto con el presidente del Congreso, José Bono.

El ministro aseguró a la prensa, en un corrillo, que la temperatura en su despacho es de 26 grados, y mostró un termómetro igual que el que le ha regalado a Bono para que baje el aire acondicionado en la Cámara. "Quién sabe si así se quitaría también la corbata", ironizó. La mayoría de parlamentos -del presidente de la CMT, Reinaldo Rodríguez, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián- rescataron lo "complicado" y "polémico" que fue el traslado desde Madrid. Montilla era ministro cuando el Gobierno tomó la decisión y ayer dijo que España es "más que Madrid". Rodríguez auguró que la ciudad hará "buenas migas" con la CMT.

A la salida, Sebastián se preguntó si el Banco Central Europeo (BCE), que ayer subió los tipos de interés, se siente "cómodo" con el diferencial entre los tipos en la eurozona (4,25%) y el Euríbor (5,43%), al que se vincula la mayoría de hipotecas.