La policía rastrea Córdoba en busca de las cinco menores fugadas

Insólito: los mismos agentes de la Guardia Civil que las dejaron marcharse del cuartel las buscan ahora. En el rastreo para tratar de localizar a las cinco menores que el domingo se fueron de un centro de tratamiento de trastornos de la conducta de Hornachuelos (Córdoba) ahora se han unido también efectivos de la Policía autonómica y de la Policía Local de los municipios de la zona. Estefanía, Mónica, Piedad, Noelia y María Ángeles anoche seguían sin aparecer.

La última vez que se les vio fue el lunes, cuando las chicas salieron del cuartel de la Guardia Civil de Palma del Río pese a que ya se había denunciado su desaparición.

Las menores, todas de 15 años salvo una de 14, se escaparon del centro Prado de Santa María el domingo. El director denunció esa misma noche la desaparición en el cuartel de la Guardia Civil de Palma del Río. Las chicas no estaban internadas en un centro cerrado de reforma, por lo que las medidas de seguridad son más livianas. Se trata de menores que están tuteladas por la Junta de Andalucía, ya sea porque se ha retirado la custodia a sus padres o porque no tienen progenitores.

La última vez que se vio a las menores fue el lunes en un parque de Palma

La Policía autonómica declinó informar sobre su actuación

Según indicó ayer la consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, fugas de este tipo suelen darse habitualmente, aunque los chicos suelen aparecer a las pocas horas y vuelven al centro.

Las cinco menores aparecieron el lunes por la mañana en el cuartel de la Guardia Civil de Palma del Río, donde ya se había alertado de su desaparición. Lo hicieron para poner una denuncia contra los monitores del centro por haberles causado, según testimoniaron, unas supuestas lesiones. Luego, se marcharon de allí tranquilamente sin que nadie lo impidiera.

La consejera de de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, sostuvo ayer que a las menores les acompañaba "una persona adulta". Según ha podido averiguar este periódico, esta persona es la madre de otra menor de 13 años que también estuvo internada en el mismo centro de Hornachuelos hace un mes aproximadamente.

Esta mujer se quejó de las condiciones en las que estaba su hija, que temporalmente está tutelada por la Junta de Andalucía debido a un trastorno de la conducta. La mujer, que sí logró que trasladaran a la chica a otra unidad de menores de la comunidad y que pidió mantener su anonimato, conocía a algunas de las menores que se fugaron el domingo.

Según su testimonio, se encontró con ellas el lunes por la mañana en el municipio de Palma del Río y decidió acompañarlas a poner la denuncia ante la Guardia Civil.

La mujer sostiene que llegó al cuartelillo sobre las diez de la mañana y que allí les indicaron que, para presentar la denuncia por lesiones, debían tener partes médicos. Fueron al centro de salud y regresaron al cuartel. La mujer afirma que cuando ella terminó de prestar su declaración, sobre las tres de la tarde, las chicas ya no estaban en las dependencias del cuartel.

Lo que ocurrió dentro del cuartel todavía no está claro, como tampoco está claro por qué los agentes dejaron que las menores se marcharan tras tomarles declaración y recibir la denuncia. La consejera de Igualdad sostuvo que "normalmente" en sucesos de este tipo las fuerzas de seguridad conducen de nuevo al centro a los fugados.

Pero no ocurrió así en este caso, que, según Navarro, tiene "circunstancias distintas" ya que las chicas acaban de poner una denuncia por maltrato contra ese mismo centro. Durante la declaración de las menores estuvo presente el responsable y la psicóloga del centro Prado de Santa María, que fueron reclamados por la Guardia Civil.

El Instituto Armado mantiene que se le comunicó a la Policía autonómica, que es la que tiene las competencias en materia de menores, que las chicas se habían presentado en el cuartel a denunciar unos hechos y que se encontraban allí.

Este cuerpo policial autonómico no quiso aclarar ayer qué fue lo que hizo ni si alguno de sus agentes acudió a Palma del Río o no. Según la Guardia Civil, a las menores "se les aconsejó que volvieran" a la unidad. Pero ellas se negaron y se marcharon "voluntariamente". Un portavoz de la Guardia Civil indicó que los agentes no podían retener a las chicas contra su voluntad porque no han cometido delito alguno. Y Micaela Navarro afirmó que la actuación de este cuerpo fue "correcta".

Por su parte, el director del centro, Alfonso Fernández, presente en el cuartel durante la declaración de las menores, sostuvo que "las niñas no querían volver y no hay forma de obligarlas". "Hay que convencerlas", añadió. Y parece que no se consiguió, porque las menores salieron tranquilamente. La última vez que se las vio fue en un parque cercano al cuartel el lunes por la tarde.

El asunto de los presuntos malos tratos recibidos por parte de algunos de los monitores es algo secundario en este momento, ya que la realidad es que hay cinco menores, que son responsabilidad de la Junta de Andalucía, que llevan desde el lunes en paradero desconocido.

En los partes que las chicas adjuntaron en su denuncia por supuestas lesiones se señala que una de las muchachas presenta una "contusión en el ojo derecho" y se le mueve un diente. Otra tenía una contusión en el pecho y una tercera "refiere que le han pegado un palmetazo en el muslo derecho".

La Dirección General de Infancia y Familias de la Junta de Andalucía anunció el miércoles que ha abierto "diligencias informativas" para tratar de esclarecer el suceso. Además, la Fiscalía de menores ya está informada de este caso por si observa indicios de un comportamiento ilegal de algunos de los implicados.