La crisis del empleo se agudiza con el primer descenso de afiliación

El deterioro económico ha contagiado ya al único indicador que hasta ahora había sobrevivido a la marea de datos adversos. La afiliación a la Seguridad Social, uno de los mejores termómetros del vigor del empleo, ha iniciado en junio la senda descendente que desde hace meses afecta a otros ámbitos del mercado laboral. El sistema ha perdido 50.689 afiliados en el mes, aunque lo más preocupante se observa en el último año. Por primera vez desde que se miden las medias (2001), el registro cuenta con menos cotizantes que en el mismo mes del año anterior.

Los 18.823 afiliados que ha perdido la Seguridad Social en el último año certifican el fin de una época en la que el empleo no ha dejado de crecer. Los expertos no creen que se trate de un dato aislado. "La caída de la afiliación determina un cambio de escenario", reflexiona Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales. La Encuesta de Población Activa, que se conocerá el próximo día 24, corroborará este análisis.

"Es un mal dato", admitió ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, en la presentación de los datos. Granado aporta un matiz. De los afiliados que el sistema perdió en junio, el Gobierno calcula que casi la mitad obedecieron al paro de los transportistas que se produjo en la segunda semana del mes. Las caídas de afiliación no se han producido entre los propios transportistas -la mayoría autónomos-, que no han dejado de pagar su cotización. Han sido los agricultores, los pescadores y algunos trabajadores temporales de servicios quienes han soportado los efectos de ese conflicto.

Más preocupante resulta la cifra si se mide en términos desestacionalizados (es decir, sin tener en cuenta que junio es un buen mes para el empleo). Con ese método, más representativo de la tendencia, la Seguridad Social habría perdido 93.536 afiliados respecto a mayo.

De momento, todo el deterioro de la afiliación se centra en los hombres. El declive de la construcción y de otras actividades en las que predomina este colectivo contribuye a un reequilibrio del mercado laboral entre hombres y mujeres. Éstas representan ya el 42,61% de todos los cotizantes, que aún siguen creciendo en este colectivo.

Algo similar ocurre con las cifras de desempleo, aunque en este caso el empeoramiento afecta ya tímidamente a las mujeres. En general, las cifras de paro registrado resultan más sombrías que las de afiliación, aunque también más habituales, pues el desempleo crece de forma interanual desde junio de 2007. Las señales que emite el mercado laboral son muy similares a las de la crisis de 1993, incluso peores. Los servicios públicos de empleo han contabilizado en junio 36.849 desempleados más que en mayo, un dato que contrasta con la tónica de ese mes, propicio para el empleo. Hay que remontarse a 1993 para encontrar un junio con crecimientos del paro y entonces la subida fue algo inferior (35.338).

Al igual que ocurre con la Seguridad Social, el dato se agrava en términos desestacionalizados. Con ese cálculo, los servicios de empleo alistaron a 70.818 parados más en junio.

La rapidez con la que se ha revertido la época dorada del empleo se evidencia en el hecho de que España tiene hoy 424.555 parados más que hace un año. Esa cifra supone un alza del 21,6%. Aunque el grueso, tanto en el mes como el año, se concentra en la construcción, ningún sector -ni siquiera los servicios, que suelen florecer con la temporada turística- escapa a las subidas del desempleo.

Peor para los extranjeros

El empeoramiento del mercado laboral afecta con más virulencia a los extranjeros, en gran parte ligados a la construcción y con contratos temporales de fácil rescisión. El ritmo al que crece el paro en el mes duplica el de los españoles. En el último año, representa más del triple.

El panorama laboral obliga al Gobierno a encarar este problema con "otras medidas" diferentes a las tradicionales. La secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, citó entre ellas la formación profesional orientada a sectores con futuro y los incentivos a actividades económicas alternativas al ladrillo. Rojo anunció una próxima reforma de los servicios públicos de empleo para que consigan ser eficaces en la búsqueda de nuevos puestos y el reciclaje de los parados.

Todas las organizaciones políticas y sociales coinciden en subrayar la adversidad de las cifras. La portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, reclamó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que "mire a los ojos" de los nuevos parados. Izquierda Unida considera "pésimas" las cifras, mientras CC OO pide asegurar la protección a los desempleados y UGT insta a las autoridades a que eviten los despidos fraudulentos en periodo estival. Más solemne, la CEOE considera "muy preocupante" la subida del paro.