La vivienda se desploma
Los visados de los arquitectos caen el 71,6% y retroceden al nivel de la década de 1990
El número de viviendas proyectadas y visadas por los arquitectos catalanes ha caído el 71,6% durante los seis primeros meses del año, hasta situarse en 14.330 unidades, entre pisos y casas. La magnitud del descalabro es todavía mayor si se tiene en cuenta que se compara con el primer semestre del año pasado, cuando los visados ya bajaron el 15,6%. El recuento del primer semestre del año en curso sitúa los proyectos de vivienda a los niveles de principios de la década de 1990, los peores de los últimos 20 años.
En dos distritos de Barcelona se reforma más que se construye
"Podemos o no utilizar la palabra crisis, pero la caída es espectacular", reconoció ayer el vicedecano del Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) y presidente de la demarcación de Barcelona, Lluís Comerón, quien explicó que el propio colegio profesional ha puesto en marcha un plan para apretarse el cinturón, ante la caída de ingresos por visados que está sufriendo. También lamentó que no pocos despachos de arquitectos lo están pasando mal, con despidos incluidos.
Entre las cifras del primer semestre destaca el hecho de que del total de las viviendas proyectadas, el 22% son de protección oficial. No es que se proyecten más pisos sociales, aclaró Comerón, sino que la promoción libre cae tanto que provoca un incremento de la proporción de viviendas sociales. También gana peso la rehabilitación (representa el 10,3% del total de los proyectos), pese a que cae, aunque menos (el 51,3%), como la obra nueva. Y otra curiosidad: se han proyectado más casas aisladas (1.448) que adosadas (1.413). "Son proyectos que se realizan no en función de expectativas empresariales o de inversión, sino para uso del particular que se la construye", argumentó Comerón.
Por zonas geográficas, la caída es de intensidad parecida en todas las demarcaciones, con dos excepciones: Tarragona cae algo menos, el 63,1%, y las comarcas del Ebro algo más, el 81%. Pese a este brusco descenso de las cuatro comarcas del sur, las viviendas proyectadas son 819, muchísimas si se tiene en cuenta que en toda la comarca del Barcelonès se han proyectado sólo 2.353; en el Maresme, 561, y en el Baix Llobregat, 793, por citar comarcas mucho más densamente pobladas. En la distribución territorial, la anécdota la protagoniza la Terra Alta, donde los proyectos, 63 viviendas, crecen: el 31%.
En Barcelona también hay cifras muy llamativas. En conjunto, el descenso de visados es del 70,9% (7.572 viviendas). Pocas, teniendo en cuenta que la demarcación alberga al 74% de la población catalana, pero lógicas porque es donde menos suelo libre queda.
Estas razones, la densidad y escasez de suelo, son las mismas que explican que en dos distritos de Barcelona capital se rehabilite mucho más de lo que se construye. Son Ciutat Vella (cuatro pisos nuevos frente a 72 reformados) y Sarrià-Sant Gervasi (22 frente a 143). En otros dos distritos, Gràcia y Sants-Montjuïc (también antiguos cascos históricos), la proporción entre obra nueva y rehabilitación se iguala.
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