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Reportaje:Violencia en la calle

¿Hay más navajas en la calle?

Baja el número de asesinatos en Madrid, pese a los últimos cuatro homicidios

F. Javier Barroso

En nueve días ha habido cuatro asesinatos callejeros en la región. En el primero, el sábado 21 de junio en La Elipa, un hombre de 67 años apuñaló a otro porque pensaba que se veía con su mujer. El domingo 22, un chaval de 17 años murió en San Sebastián de los Reyes en una reyerta en una zona de copas. En la madrugada del martes 24 y en plena calle de Fuencarral, en Madrid, un hombre fue acuchillado por la espalda, atacado por un grupo de orientales. Presuntamente, había intentado robar a un vendedor de comida callejero. Y el domingo pasado, a un ecuatoriano de 18 le rajaron el corazón al lado de un parque de Ciudad Lineal.

Los cuatro asesinatos tenían en común que fueron perpetrados en la calle y con armas blancas. Son muchos en tan poco tiempo. ¿Significa esto que hay más violencia callejera? ¿Se abren más navajas en las reyertas?

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- ¿Aumenta la violencia? Sí. Un documento, el último disponible, del Centro Reina Sofía, entidad especializada en la delincuencia, recoge que la Comunidad de Madrid ha pasado de 2.804 denuncias por violencia contra las personas en 2002 a 10.996 en 2006, lo que supone que se hayan multiplicado por cuatro en cinco años, cuando la población ha crecido un 8,7%.

- ¿Cuáles son las causas? Dos criminólogos consultados por este periódico ofrecen la misma explicación. El profesor Vicente Garrido opina que se están produciendo cambios sociales y económicos, como la mayor llegada de extranjeros (y la consiguiente convivencia con otras culturas) y la transformación del control que ejercía la familia sobre los jóvenes (ahora resulta más permisiva). A eso se une la economía: los jóvenes, mejor preparados, tienen problemas para encontrar un puesto de trabajo que les satisfaga y que esté bien pagado, lo que les produce más estrés. Esos "puntos de ruptura" generan una respuesta violenta. "España ha vivido en 10 años cambios que en otros países han tardado 30 o 40 años. Algunos jóvenes se hunden en la droga y otros optan por la violencia", explica Garrido.

- ¿Hay más navajas y cuchillos? Sí. El número de armas blancas aprehendidas por la policía y la Guardia Civil se ha quintuplicado en los últimos seis años. En 2002 fueron multadas 1.846 personas por llevar cuchillos y navajas. Ese número ha crecido hasta los 7.400 en 2007, según datos de la Delegación del Gobierno en Madrid. Eso supone, según los especialistas, que hay mayor número de personas que llevan estas armas y que ha aumentado la eficacia policial en su control. Desde hace una década, la Jefatura Superior de Policía y la Comandancia de la Guardia Civil pusieron en marcha las llamadas operaciones luna y búho. Consistía en montar controles en las zonas de mayor afluencia de público, sobre todo zonas de copas, para frenar el número de agresiones.

- ¿Por qué armas blancas? La respuesta resulta sencilla, según Garrido. Cada persona utiliza las armas que puede conseguir. Los narcotraficantes pueden comprar pistolas y escopetas en mercados ilegales. "Pero las armas blancas son mucho más accesibles. Todos tenemos cuchillos en la cocina y no todo el mundo puede comprar un revólver", añade Garrido. Los jóvenes usan navaja al ver que otros amigos las llevan. Se da lo que los criminólogos llaman un refuerzo positivo. "Lo que es necesario es un mayor control de las armas", concluye Garrido.

- ¿Hay más peligro en las zonas de copas? Otro especialista en criminología, el profesor de Derecho de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Alfonso Serrano Maíllo, asegura que la noche es el momento más adecuado para que se produzcan estas agresiones. Las zonas de copas tienen los tres elementos para que se produzcan las reyertas. Se junta un violento entre el resto de personas que han ido a divertirse y que se convierten en víctimas potenciales. La ausencia de guardianes favorece la impunidad, y basta un desencadenante ("me miras mal" o "me has pisado") para que se inicie la agresión. "Los jóvenes son el sector de la población que puede ser a la vez víctima y delincuente", explica Serrano Maíllo.

- ¿Hay más asesinatos? No. El aumento de la violencia y del uso de navajas y cuchillos se acompaña con el descenso en los asesinatos. La mejora en los servicios sanitarios, en especial en la capital, ha hecho que muchas agresiones que antes terminaban en muertes se queden en lesiones. La región registra ahora, con más de seis millones de habitantes, menos homicidios que hace cinco años (55 frente a 74), cuando la población superaba ligeramente los cinco millones. "Estamos en cifras normales de un homicidio al año por cada 100.000 habitantes", mantienen responsables policiales.

La policía atiende a un herido por arma blanca en Madrid capital.
La policía atiende a un herido por arma blanca en Madrid capital.RAFAEL URBINA

Cifras en alza

- En 2006 hubo casi 11.000 denuncias por violencia contra las personas, cinco veces más que en 2006. La población sólo subió un 8,7% en el mismo periodo.

- El número de navajas incautadas se ha multiplicado por cuatro entre 2002 y 2007.

- Sin embargo, los asesinatos en el mismo periodo han bajado, entre otras razones, por la mejora en los servicios sanitarios, sobre todo en la capital. En 2004 hubo 74 homicidios. En 2007, 55.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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