_
_
_
_

Pincharse no es delito

Una juez absuelve a dos drogadictos y censura la actuación de los Mossos

Inyectarse droga no es delito. Lo recuerda una juez de Barcelona en una sentencia que absuelve a dos heroinómanos y censura el trato que les dieron cuatro mossos d'Esquadra. Ocurrió la madrugada del 16 de abril de 2006 en Sant Adrià de Besòs, cuando una patrulla identificó a una pareja. Los policías fueron recibidos con insultos y los drogadictos intentaron huir.

"Chocaron y tropezaron con los agentes", dice la juez. Y acabaron esposados. Hubo juicio y el fiscal les acusó de una falta de respeto y desobediencia leve a los agentes de la autoridad y de otra falta de daños. La acusación particular ejercida por la Generalitat apreció un delito de atentado, cuatro faltas de lesiones y otra de daños, por la que solicitó un año de cárcel y 900 euros de multa.

Gabriela Boldó, juez sustituta del Juzgado de lo Penal 11 de Barcelona, considera que no hubo delito ni falta. Sobre el delito de atentado, afirma: "dudo de que actuasen en el legítimo ejercicio de sus funciones". O sea, "con exceso de celo y olvidando que el hecho que había motivado la actuación era que dos personas se estaban pinchando". La juez va más allá y añade que se trata de un "hecho que, de momento" no es delito, sino una infracción administrativa, y pese a ello los acusados acabaron detenidos".

En otro momento, reprocha a los mossos que, a pesar de que vieron que los detenidos se acababan de inyectar droga pidieron apoyo a otra patrulla, "en lugar de pedir una ambulancia", y les detuvieron. "Los policías olvidaron que en ese momento el ejercicio de sus funciones era un servicio público" y que lo prioritario era "atender al ciudadano y velar por su salud".

La sentencia también descarta que los acusados quisieran agredir a los policías y asegura que estaban ofuscados "posiblemente porque con los nervios y el miedo de ser descubiertos no encontraban las venas". Por todo ello, además de absolver a los acusados, la juez condena a la Generalitat a pagar las costas al apreciar que hubo "temeridad y mala fe" en el proceso.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_