Menos tabaco

El incremento del coste de las materias primas y de la energía, combinado con la debilidad del dólar respecto del euro, le están complicando la vida a Miquel & Costas, la papelera catalana que produce, sobre todo, papel de fumar. La compañía, tercera del mundo en su sector por detrás de la francoamericana SMI y del grupo austroalemán conocido por su marca Delfor, lleva tiempo, además, acusando los efectos de la ley antitabaco y la creciente concienciación social sobre los riesgos del fumar.

Este panorama lleva tiempo pasando factura a los resultados del grupo; también en 2007, en que el beneficio neto bajó un 16,5%, hasta los 9,6 millones de euros, aunque la cifra de negocio aumentó un 2,3%, hasta los 160,03 millones.

Así las cosas, la empresa de la familia Miquel -en cuyo capital están también presentes la familia Mercader, que lleva las riendas de la gestión, Caixa Penedès y varios fondos- busca nuevas áreas de negocio, dentro y fuera de la industria del tabaco, lo que exige un esfuerzo en Investigación y Desarrollo (I+D). A la I+D se destinarán 12 de los 58 millones de inversión previstos hasta 2010. La vocación de la papelera, que exporta un 82% de lo que produce, es concentrarse en el papel de mayor valor añadido, más que en aumentar el volumen de la producción (ésta se mantuvo estable en 2007, en poco más de 60.000 toneladas).

"Cualquier cosa que puedan hacer los chinos, no debemos hacerla. Porque siempre la harán igual pero más barato", resume la situación Jordi Mercader, presidente de la papelera, como lo es también de otra empresa cotizada de mayor tamaño, Aguas de Barcelona (Agbar). Mercader se confiesa "insatisfecho" de los resultados, particularmente magros en el segundo semestre del año pasado, y que "en 2008 prevemos mejorar". En el primer trimestre, sin embargo, Miquel & Costas ganó un 15,45% menos que en el primero de 2007.

En esta estrategia, la última apuesta estrella, que ha requerido una inversión de 10 millones de euros en I+D, es el cigarrillo de papel autoextinguible, que se lanzará al mercado en 2009. Esta gama de papel no se vende por ahora en Europa, pero sí es obligatorio en otros países, como en una docena de Estados de EE UU, Australia o Suráfrica. Los papeles para productos sanitarios y el papel de seda de altísima calidad para envolver camisas o bolsos de marcas de lujo son otros de los productos no ligados al tabaco que la empresa potencia aprovechando que su fabricación requiere de una tecnología similar a la del papel de fumar. La empresa está inmersa, además, en un programa comunitario para investigar la fabricación de materiales resistentes biodegradables, como un parachoques hecho de un compuesto con celulosa. Hoy, un 72% de las ventas están ligadas al tabaco. Hace cinco años, era un 85%.

La empresa, que vale en Bolsa casi la mitad que hace tres años, acomete amortizaciones de acciones cuando, como ahora, considera "infravalorada" su cotización, en torno a los 12 euros (más de 30 en 2004). En su historia bursátil, ha amortizado el 18% de las acciones. -