Dos 'chanantes' sueltos por Madrid
'Jeans' japoneses, fotos de comunión y bacalao rebozado. Una tarde de compras alocadas por la capital con Joaquín Reyes y Carlos Areces
Tener a dos chanantes haciendo de mongoles en una tienda de cómics es tentar la suerte. Ataviados con un enorme casco con cornamenta y una espada forjada en plástico, Joaquín Reyes y Carlos Areces, director y miembro del programa Muchachada Nui, componen una foto irresistible. Al poco, los humoristas están firmando autógrafos a la muchachada que les ha visto por el escaparate. Si, llegado este punto, no ha entendido chanante ni muchachada, es que es ajeno a la revolución del humor patrio llevada a cabo por este grupo de castellano-manchegos. Sus gags, un fenómeno en YouTube, han puesto patas arriba la cultura pop, pasando por la trituradora referencias que van de Karl Lagerfeld a Manu Chao, de Chuck Norris a Tita Cervera.
Tanto Reyes como Areces (que firma Carlös) son, además, dibujantes, así que es natural arrancar la ruta del Madrid chanante, que mola, en la comiquera Generación X donde los tebeos se apelotonan entre figuras de superhéroes, fashion toys, juegos de rol, juguetes de los ochenta (Mr. Potato, Gremlins), varitas de Harry Potter y una reproducción a tamaño real de Yoda. Un batiburrillo de iconografía pop que parece un reflejo del cerebro de estos humoristas treintañeros convertidos en buque insignia de una generación que se niega a crecer a base de acumular reliquias en plástico.
"Si mantienes los gustos adolescentes, con el tiempo tienes pasta para comprarte lo que siempre quisiste y es una locura", dice Joaquín Reyes. Incluso para él, el surtido abruma. "Estas tiendas te colapsan la cabeza". Es incapaz de calcular los cómics que tiene en casa. Areces tampoco se queda manco acumulando: "Como comprador soy bulímico. En mi casa, toda la mierda es poca". Su debilidad: las fotos de comunión. La mejor tienda para encontrarlas, Casa Postal, un abigarrado bazar de postales, fotos antiguas, recortables, etiquetas, latas, muñecos, militaria, filatelia, cartelería... "Es más cara que otras tiendas, pero tienen un archivo ordenado por provincias y nombre de fotógrafo. Cuando entra, pide directamente "la caja de comuniones". En casa, Areces tiene más de 2.000 fotos de comuniones celebradas entre 1860 y 1940 en las que "notas claramente que los niños no quieren estar ahí". "Las familias pobres ahorraban durante años para poder celebrarlas, por lo que las niñas parecen pequeñas novias con vestidos barroquísimos que gritan socorro desde el fondo de su mirada".
Toni Martín (cuyo lema es "especialistas en música desde 1976") es otro rincón para escarbar tesoros sin mapa. Areces, "fetichista del CD", descubrió aquí que Jack Nicholson y Jerry Lewis tienen discos publicados, otra de sus filias: "El subgénero de actores o gente bizarra que canta, tipo Jesulín de Ubrique". Amante del Rastro cuando no es domingo, hace poco que descubrió Dreams, un cajón de sastre de muñecos raros, antiguos y de importación. Su última adquisición: un Hulk con músculos viscosos. "Es una tienda cara porque el dueño sabe lo que vende y sabe que un eterno Peter Pan como yo necesita un Hulk de gelatina".
Ya con género por estrenar, ambos humoristas se pican por recomendar Panta Rhei, una librería donde todo se mima al extremo: el catálogo, las exposiciones, la decoración, el trato... En la jerga del programa, "es una tienda carilla, pero bonica del tó", según Areces. Allí colocó Carlös sus dos primeros libros autoeditados y es donde mejor se han vendido. "Encuentras cosas que en ningún otro sitio se preocupan de tener: importaciones, libros objeto...". "Es ideal para un regalo", apostilla Reyes. Para quedar bien con un regalo, basta con aparecer con una bolsa de Subaquatica, una de las tiendas favoritas del humorista para comprar camisetas, libros ilustrados y toys. Lejos de los bazares abigarrados del gusto de Areces, Subaquatica es un palacio de diseño y pulcritud, un concept store que rezuma tendencia. "Yo a todo lo que es moderno me apunto", dice Reyes con entusiasmo infantil.
Un rincón 'viejuno'
A la hora de tomar cañas, Joaquín Reyes cambia totalmente de tercio y se decanta por el mítico Casa Labra, "un sitio que sólo podría existir en Madrid". Allí se fundó el PSOE en 1879 y más de un siglo después la gente sigue haciendo cola para pedir su famoso bacalao rebozado en la caja y luego pasar a la barra. "Es viejuno, pero en el buen sentido", dice Reyes.
Como lo viejuno no quita lo pintiparao, es hora de ponerse guapo y el líder chanante resulta ser todo un dandi. ¿Su estilo? "Siempre voy como de profesor de universidad americano", dice. No extraña entonces que su tienda favorita sea Sportivo, templo del casual urbano para chicos y motor de la renovación de la preciosa plaza de Los Guardias de Corps en el corazón de Conde Duque. Reyes engola la voz y describe el género (de Fred Perry a David Delfín) como "ropa elegante y moderna para el hombre actual". Allí se ha comprado sus jeans japoneses. Especifica "marca Edwin" y matiza, forzando el acento de Albacete, "vamos, que no te hacen nada culo carpeta".
Y luego están las zapatillas. Joaquín Reyes tiene más de 40 pares de deportivas. Lleva puestas unas vintage originales Adidas Stan Smith. Explica con emoción filatélica que se nota que son originales porque la lengüeta es fina, lleva una caricatura de Stan Smith y están firmadas en el talón. Para comprar zapatillas en Madrid, recomienda Lanikai, una tienda de ropa de skate y de snowboard con un buen surtido de calzado deportivo, incluidas reediciones de modelos clásicos. "Las mejores tiendas de zapatillas, sin embargo, están en San Francisco", dice, exquisito; "allí me dio el mal de Stendhal", según el cual uno se marea ante tanta belleza, como el poeta en la Santa Croce, versión bamba.
Para relajarse de tanta compra, Carlos Areces ofrece la tetería Underblue: luz tenue, terciopelo, mucho cojín y los sillones cada uno de su padre y de su madre. "Me encanta esa sensación de que lo han cogido todo de la calle", dice. En el menú, cócteles, tés helados y conversación asegurada. Para una cena rápida, los taburetes de la pizzería Mastropiero, donde la encantadora dueña argentina corona el menú de Napolitanas (con ajo machacado) con un surtido de tartas bañadas en dulce de leche. Si hay ganas, Areces propone unas cervezas en el pub irlandés Triskel, donde los miércoles por la noche, monologuistas prueban sus textos gratis ante una audiencia recoleta.
De copas, Joaquín Reyes sólo se siente en casa en el Tupperware. "Es donde está mi gente, y encima pinchan bien. En términos chanantes, "está lleno de gambiteros", lo cual es bueno. Para bailar se le puede encontrar en el alternativo Nasti o en el Wurlitzer, "rockero a tope". Y como colofón, quizá la última en el Toni2, un fabuloso piano bar donde sirven cubatas hasta el amanecer. El público no puede ser más variopinto: cantando al piano se turnan abuelas con postizos y modernos de treinta. Ahora van los chanantes, y hasta hace poco siempre se pudo ver al final de la barra al genial José Luis Coll.
Consulta la guía de Madrid
Guía
Las direcciones de la ruta- Panta Rhei. Hernán Cortés, 7.- Toni Martin. Martín de los Heros,18.- Casa Postal. Libertad, 37.- Dreams. Arganzuela, 25.- Underblue. Las Minas, 1.- Triskel. San Vicente Ferrer, 3.- Mastropiero. San Vicente Ferrer,34.- Generación X. Puebla, 15.- Sportivo. Conde Duque, 20.- Tupperware. Corredera Alta de San Pablo, 26.- Subaquatica. Caballero de Gracia, 9.- Lanikai. Alberto Aguilera, 1.- Casa Labra (915 31 00 81, 915 32 14 05; www.casalabra.es). Tetuán, 12.- Wurlitzer. Tres Cruces, 12.- Nasti. San Vicente Ferrer, 33.- Toni2. Almirante, 9.
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