El petróleo impulsa la inflación por encima del 5% y anticipa más subidas
La cotización del barril de 'brent' supera por primera vez los 142 dólares - Los precios de consumo acumulan el mayor incremento anual desde 1995
Ya no queda ninguna luz roja por encenderse. Las encuestas sobre la confianza de los consumidores y del sector servicios, publicadas ayer por la Comisión Europea, arrojan peores resultados incluso que en la recesión de 1993. Las tensiones en los mercados financieros llevan al Euríbor, índice de referencia para las hipotecas, a una sucesión de récords. Cualquier leve temblor geopolítico o nueva depreciación del dólar pone el mercado del petróleo a punto de ebullición: el barril de brent marcó ayer otro máximo al superar los 142 dólares (89 euros). Y la inflación franquea la barrera del 5% antes incluso de lo que auguraban algunos expertos.
El avance del índice de precios que se utiliza para la comparación con el resto de la UE se fue en junio hasta un incremento anual del 5,1%, cuatro décimas más que en mayo. Este avance, que publicó ayer el Instituto Nacional de Estadística, anticipa con mucha precisión (las diferencias no van más allá de una décima) lo que ocurrirá con el IPC de junio, que se dará a conocer en dos semanas. La subida de precios es la mayor desde que Bruselas elabora el índice armonizado (1997) y para encontrar un aumento similar en el IPC hay que retrotraerse a junio de 1995.
"De las cuatro décimas de subida, tres se deben al petróleo", aseguró ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián. Los datos de meses precedentes (la inflación se ha doblado desde agosto, en paralelo a la escalada del crudo) y los analistas, aunque con matices, avalan este diagnóstico. "La subida se debe casi totalmente a la energía", afirma María Jesús Fernández, de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).
El Instituto Flores de Lemus, sin embargo, advierte que el dato de junio ha superado casi todas las previsiones. Los expertos de este centro adscrito a la Universidad Carlos III creen que el paro de los transportistas en la segunda semana de junio ha podido encarecer los precios de pescados, vegetales y carnes más de lo esperado. Un exceso "transitorio", que se corregiría en julio. Pero también avisan de un aumento inesperado de la inflación en el sector servicios, "una sorpresa preocupante" que tendría efectos "más duraderos" y "más graves".
La escalada del petróleo, con un precio que dobla ya al que marcaban los mercados hace un año, ha incrementado la inflación en todo el mundo. Habrá que esperar al lunes para comprobar su efecto en la zona euro, pero el avance publicado ayer en Alemania (3,4% frente al 3,1% de mayo) o Bélgica (5,8% frente al 5,4%) anticipan también un fuerte repunte.
Al alza hasta otoño
La simple comparación con la evolución del crudo en 2007 (ver gráfico) hace muy probable que la inflación vaya a más hasta septiembre, que es cuando comenzó la escalada del petróleo el año pasado. Y si se cumplen vaticinios como el que realizó el jueves el presidente de la OPEP, Chakib Khelil, que auguró un precio "de 150 a 170 dólares" para este verano, las subidas pueden ser aún muy notables.
En un mercado en el que el margen entre la oferta (lastrada por falta de inversiones) y la demanda (acelerada por India y China) es muy estrecho, los inversores tenían ayer un amplio abanico de razones para mantener su apuesta. Khelil puso el foco sobre la política del Banco Central Europeo, que al mantener tipos de interés superiores a los de Estados Unidos facilita la depreciación del dólar (el euro se cotizó ayer a 1,575 dólares) lo que abarata las inversiones en materias primas. En el Congreso de EE UU se amenazó con sanciones a los países de la OPEP que limiten la exportación para inflar el precio. El conflicto diplomático con Irán aumenta la incertidumbre sobre la oferta del cuarto productor mundial de crudo. Y el nuevo retroceso de las bolsas el jueves (ayer se recuperaron) incentivó las compras de otros productos.
La desconfianza en el futuro aumenta. Y así lo refleja el índice de sentimiento económico de junio. El indicador, elaborado por Bruselas a partir de encuestas a 125.000 empresas y 40.000 consumidores, muestra un grave deterioro. España cosechó los peores resultados, y en las encuestas parciales al sector servicios y a los consumidores, la valoración se hundió por debajo del mínimo marcado por la recesión de 1993. "La mala situación de la economía se aprecia en las expectativas de los consumidores y también ya en su comportamiento", señala Carlos Maravall de Analistas Financieros Internacionales, que esgrime el índice del comercio minorista, publicado ayer. En mayo, las ventas cayeron un 5,3% respecto al mismo mes de 2007.
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