Las comarcas peor comunicadas de Vizcaya tendrán en 2013 seis vías rápidas

Las seis vías rápidas cuya construcción anunció el martes el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, y detalló ayer permitirán a las comarcas vizcaínas peor comunicadas -Lea-Artibai, Duranguesado, Urdaibai y Arratia- quedar enlazadas con la autopista A-8 o el Corredor del Txorierri a través de comunicaciones de alta capacidad y calidad para 2013.

Los nuevos viales sumarán 51,8 kilómetros con un total de 13 túneles

Estos nuevos viales -Mungia-Bidebieta-Bermeo, Boroa-Igorre, Urberuaga-Berriatua, Amorebieta-Muxika y Gederiaga-Elorrio-, así como la variante de Ermua, supondrán la construcción de 51,8 kilómetros de carreteras y 13 túneles -Autzagane, Trobika, Sollube, Ormaetxe, Edermendi, Milloi, Susaeta, Osoloko, Askartza, Landaieta, Gaztelua, Ureta y Mallumendi-.

La institución foral calcula que, con estas nuevas infraestructuras, el acceso a la autopista A-8 desde Lekeitio se acortará en 16 minutos, en 13 desde Gernika y en 12 desde Zeanuri. Asimismo, el conductor tardará 18 minutos menos en cubrir el trayecto Mungia-Bermeo gracias a los túneles de Ormaetxe y Sollube. Otra comarca vizcaína con un histórico déficit vial, las Encartaciones, vio atendida hace meses su vieja reivindicación con la inauguración del Corredor del Cadagua.

Estas vías rápidas, que costarán 1.300 millones de euros, se integran en el acuerdo interinstitucional contra la crisis económica suscrito la pasada semana en Ajuria Enea por el lehendakari y los diputados generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

Además de un importante ahorro de tiempo y carburante para los usuarios, de la reducción de las tasas de siniestralidad y de una reducción de las emisiones contaminantes, José Luis Bilbao quiso destacar ayer el hecho de que estas obras "impulsan la economía de Vizcaya en un momento de crisis como el actual".

El diputado general precisó que los seis proyectos generarán 320 empleos directos e indirectos durante el periodo de estudios y proyectos, 4.350 durante la ejecución de las obras y 60 más mientras dure el periodo de explotación. Estas actuaciones, que se enmarcan en el Plan de Accesibilidad Sostenible de Vizcaya, deberán contar con el visto bueno de las Juntas Generales. "Estamos abiertos a cuantas mejoras se planteen, pero es un proyecto al que nadie puede oponerse", recalcó Bilbao.

La Diputación prevé sacar los tramos a concurso entre finales de este año y la primera mitad de 2009, por lo que las obras podrían comenzar a finales del próximo ejercicio o comienzos de 2010.

Siguiendo el llamado método británico, la institución foral delegará la responsabilidad de financiar, construir y gestionar las nuevas infraestructuras en consorcios privados, que deberán estar conformados por ingenierías, constructoras, entidades financieras y concesionarias. El plazo de explotación ascenderá a entre 35 y 40 años, incluida la construcción. Durante ese plazo, la propia Diputación abonará un canon a las concesionarias por el uso de las vías. El importe variará en función del volumen y tipología del tráfico. De esta forma, el usuario no pagará peaje alguno por circular por estas nuevas vías.