Gernika ya tiene listo el terreno de la fábrica de pistolas para la pinacoteca

"No digo al 100%, pero el 99% de posibilidades es que esté aquí". El alcalde de Gernika, José María Gorroño, de EA, se cita con EL PAÍS frente al edificio de la vieja fábrica de pistolas Astra, hoy ocupado por asociaciones culturales del pueblo. Es uno de los pocos inmuebles que sobrevivió intacto al bombardeo de la aviación alemana hace 71 años en la guerra civil.

Gorroño se muestra contento por el anuncio de la ampliación del Guggenheim y asegura que "Gernika ha hecho los deberes". El pasado 9 de mayo se entrevistó con el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, y le presentó su proyecto de ciudad, que precisa apoyo de otras instituciones.

La zona ha perdido cerca de 4.000 empleos durante los últimos 20 años

El Ayuntamiento ha comprado en menos de un año 14.000 metros cuadrados en la vieja zona industrial y quiere llegar a 17.000. Ya ha cerrado un acuerdo con Educación para poner en marcha un centro de estudios superiores y nuevas energías que ocupará 7.000 metros cuadrados. En la parcela hay espacio de sobra para la pinacoteca. El alcalde habló con Bilbao de un centro cultural y, según asegura, acogió bien la propuesta. "Tenemos todo listo y el terreno a disposición", señala Gorroño antes de recordar que la estación del tren queda a apenas 50 metros de Astra.

A la buena localización, el primer edil añade la "simbología" de poner un museo así en una villa conocida en todo el mundo.

Alfonso Caño, del Taller Ecológico de Gernika, recuerda que ya hace unos años el escultor Agustín Ibarrola intentó, con el apoyo de varios artistas internacionales, poner en marcha allí un centro de arte contemporáneo. Recuerda que la política no lo hizo posible. "Atraería gente y riqueza, pero hay que estudiarlo con cuidado y no a cualquier precio", señala para remarcar que un museo es compatible con el desarrollo sostenible de una reserva de la biosfera.

Caño recuerda que un Guggenheim al estilo del de Venecia sería lo apropiado, integrado en el entorno y no en cualquier sitio. Lo que le preocupa es que pueda ir acompañado de obras que no respeten el entorno. "El PNV anunció la semana pasada un plan para hacer túneles y circunvalaciones con el que no estamos de acuerdo", indica.

Teo Gandarias, de la revista Aldaba de Gernika, lo ve a primera vista con entusiasmo. Sin haber oído al alcalde ya piensa en los terrenos de Astra y en la importancia para una comarca en la que se ha producido un deterioro industrial muy importante. Recuerda que en los últimos 20 años el empleo ha caído en 4.000 personas. "Esta zona es muy bonita, pero sin un medio de vida para sus gentes será difícil sacarla adelante", indica Gandarias.

Fuentes de la dirección del PNV en Vizcaya reconocen que la protección medioambiental de la zona ha limitado el desarrollo. "Necesitaban un proyecto tractor para la zona porque casi no se podía hacer nada ahí", indican las mismas fuentes.

Ayer hacía un buen día en Urdaibai, el sol brillaba entre algunas nubes y la temperatura era veraniega. Los ciudadanos aprovechaban para pasear por Gernika, Sukarrieta, Bermeo o Mundaka. Tres amigas jubiladas, Miren, Conchi y Feli, rehúyen de las fotos en la atalaya de Mundaka y van de menos entusiasmo a más. La noticia casi les acaba de llegar

- "A nosotras no nos importa. No tenemos hoteles".

- "Atraerá gente".

- "Ni fu ni fa".

- "Aquí hay turismo y poco más. Cuatro pescados".

- "En Gernika se ha muerto el comercio y las fábricas.

- "Si es para bien, encantadas. Muy sorprendidas".

En Gernika el optimismo del alcalde se transmite, pero sin llegar a despertar la euforia. A Marta le parece positivo: "Es el futuro. Con que tenga una octava parte de la repercusión que ha tenido el Guggenheim en Bilbao pues..."