Las cooperativas urgen a flexibilizar su régimen para afrontar los "años duros"
El mundo valenciano de las cooperativas (con un volumen económico de 18 millones de euros, 73.450 empleados, en torno a un millón de socios, y cerca del 14% mercado de depósitos bancarios, entre otros datos de 2007) reclamó ayer un rápido cambio en su marco legal para afrontar los "años duros" que se avecinan. El presidente de la Confederación de Cooperativas de la Comunidad Valenciana, Luis Valero, señaló tres de los ejes que deberían transformarse para adaptar esta clase de empresas a la realidad económica: el régimen fiscal; la flexibilización de su estructura (para facilitar la toma de decisiones), y la posibilidad de intercambiar "participaciones" entre cooperativas (hoy, dijo, "sólo pueden fusionarse").
Valero, que presidía la asamblea general anual de la confederación, reclamó al Gobierno que reforme con urgencia la normativa estatal, y, a las comunidades autónomas, un esfuerzo para "armonizar" su legislación de desarrollo. En 2007, a pesar de las dificultades que atravesó, sobre todo, el sector agrícola, el movimiento cooperativo creció en volumen económico (un 7,13%) y número de cooperativas (un 1,83%, hasta las 2.897). Se perdieron, en cambio, 7.100 empleos (un 8,9% del total).
Juan Cotino, vicepresidente del Consell, intervino en lugar del consejero de Economía, Gerardo Camps, ausente por enfermedad, y se mostró partidario de los cambios. Cotino calificó de "aceleradas" las medidas del Gobierno para hacer frente a la crisis, y vaticinó que la economía española podría cerrar el año con un crecimiento más cercano al 1% que al 2%.
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