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Barcelona tendrá hoteles sociales para jóvenes trabajadores

Los establecimientos acogerán a ciudadanos comunitarios de hasta 25 años

Lluís Pellicer

Barcelona acogerá un nuevo modelo de alojamiento para jóvenes: los hoteles sociales. Si en décadas pasadas los trabajadores de otras comunidades o países podían hallar cobijo temporal en una pensión o en un piso compartido, hoy los precios de la vivienda y la alta ocupación turística son una barrera para su llegada. La asociación parisina Centro de Alojamiento para Jóvenes Trabajadores (CLJT) y la Fundación Pere Tarrés negocian con el Gobierno catalán la construcción de hoteles para jóvenes en la capital catalana.

Estos hoteles son establecimientos a medio camino entre la vivienda y el albergue. Puesto que el proyecto es novedoso, ambas entidades proyectan empezar con un hotel en Barcelona. "Trataremos de ser prudentes. Tenemos que ver la viabilidad de estos hoteles. Si lo son y podemos seguir invirtiendo, lo haremos", afirma el director general de la Fundación Pere Tarrés, Josep Oriol Pujol. CLJT y la fundación se encargarán de la construcción y gestión de los establecimientos, mientras que la Generalitat está dispuesta a ceder suelo y estudia dar ayudas a los que se alojen en el inmueble.

El proyecto empezó a fraguarse en 2000, cuando CLJT, con 1.200 camas repartidas en 10 establecimientos en París, decidió dar el salto a otras ciudades europeas. La primera fue Barcelona. El director de CLJT, Claude Hubert, se reunió varias veces con los sucesivos secretarios de Vivienda de la Generalitat. "Inmediatamente, dieron un apoyo entusiasta al proyecto", afirma una portavoz de la entidad francesa. La secretaria de Vivienda de la Generalitat, Carme Trilla, asegura que el Ejecutivo está dispuesto a ceder suelo público a la entidad en la capital catalana para construir el primer hotel social. Según fuentes próximas al Gobierno catalán, algunas organizaciones sindicales también están interesadas en estos proyectos.

Estos alojamientos estarán destinados a jóvenes de entre 18 y 25 años procedentes de cualquier país de la Unión Europea. "El objetivo es favorecer la movilidad laboral dentro del continente", afirman desde CLJT. El director general de la Fundación Pere Tarrés asiente: "En él tanto se podrán acoger una joven que venga del Pallars para dedicarse a la hostelería o a la ley de la dependencia o alguien de un país del Este de Europa que trabaje de soldador o lampista", afirma.

Estos hoteles constan de pequeños pisos autónomos y espacios comunes. En éstos hay comedores, pequeñas cocinas, zonas de restauración y otras para actividades conjuntas. Los precios en París oscilan entre los 350 y 450 euros, e incluyen el alojamiento, el servicio de restauración y las fiestas o actos de animación. "La Generalitat nos ayudaría con alguna subvención para los alojados", añade Pujol. Los jóvenes pueden permanecer en estos hoteles entre seis meses y dos años, aunque la estancia media en París es de 10 meses.

La Generalitat prevé regular por decreto los parámetros por los que los alojamientos temporales podrán pedir ayudas públicas. No sólo lo podrán hacer los hoteles sociales, sino también los centros para mayores, inmigrantes, universitarios u otras personas con "necesidades especiales" de alojamiento "de carácter transitorio".

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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