El fuego y la pólvora toman Barcelona
El fuego recorrió ayer una Cataluña entregada a la fiesta de Sant Joan. La verbena, emblema del inicio veraniego, tiñó de hogueras Barcelona y el conjunto de poblaciones catalanas, mientras las tradicionales procesiones de antorchas iluminaron el Pirineo leridano. Tras la coca y el cava, las fogatas y el espectáculo pirotécnico se impusieron como protagonistas de la noche más festiva del año. La jornada fue especialmente intensa para jóvenes y estudiantes, quienes celebraron los casi tres meses de vacaciones que se les vienen encima. Fueron los únicos que aguantaron hasta la salida del sol, la mayoría de ellos agolpados entre latas y botellas en las playas. El litoral barcelonés concentró a decenas de miles de personas hasta el fin de la noche más corta. La fiesta no defraudó.
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