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Reportaje:

El PSOE rehabilita a Juan Negrín

El último presidente del Gobierno de la República será reingresado en el partido, del que Indalecio Prieto lo echó en 1946

Luis R. Aizpeolea

El próximo congreso del PSOE rehabilitará la figura de Juan Negrín, el último presidente del Gobierno republicano. Científico de gran prestigio -fue alumno suyo el Premio Nobel Severo Ochoa- y socialista, fue expulsado del PSOE en 1946, mientras permanecía en el exilio, por la ejecutiva del partido que entonces presidía Indalecio Prieto. Las razones de su expulsión están vinculadas a una leyenda infamante que, recientemente, historiadores de prestigio están desmontando: la de que fue un títere de soviéticos y comunistas en su etapa al frente del Gobierno republicano.

Esa tesis cuajó en la mayoría de los socialistas de la época, de tal modo que algunos dirigentes actuales del PSOE opinan que, "si viviera Ramón Rubial, anterior presidente del PSOE, habría dificultades para reintegrar a Negrín en el partido".

La leyenda negra siempre ha perseguido al político y científico

Una enmienda de los socialistas canarios que será presentada en el congreso del PSOE pretende que Negrín -nacido en Las Palmas en 1892 y fallecido en París en 1956- sea reingresado en el PSOE, junto con la veintena de compañeros expulsados con él. La reintegración se materializará en una resolución del congreso. Negrín es la única gran figura socialista de la etapa republicana y de la guerra civil no reconocida aún. Hace ya tiempo que lo fueron Indalecio Prieto, Francisco Largo Caballero o Julián Besteiro.

Nombrado presidente del Gobierno por el presidente de la República Manuel Azaña en 1937, a Negrín le correspondió dirigir el Gobierno en la etapa difícil que se extendió hasta el final de la guerra civil. Fue un firme defensor de resistir a Franco para coincidir con lo que él creía el inminente comienzo de la II Guerra Mundial. En 1945 cesó como presidente del Gobierno republicano en el exilio.

Un paso importante para su rehabilitación lo dio Alfonso Guerra cuando hace dos años, con motivo del 50º aniversario de su fallecimiento, la Fundación Pablo Iglesias organizó una exposición y editó un vídeo en reconocimiento a Negrín. Historiadores de prestigio (Ricardo Miralles, Enrique Moradielos, Gabriel Jackson, Paul Preston) han reivindicado en los últimos años su figura como científico y político socialista. En noviembre, Ángel Viñas publicará El honor de la República, libro en el que, con documentación procedente de los archivos republicanos socialistas y soviéticos, contribuirá a desmontar la tesis extendida durante la guerra fría, letal para la imagen de Negrín, de que fue un agente al servicio de comunistas y soviéticos.

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Según el historiador Stanley G. Payne, tras el fin de la guerra no había personaje más odiado. El bando franquista lo consideraba un "rojo traidor", en tanto que dentro del campo republicano, la mayor parte de sus correligionarios le echaban en cara la prolongación inútil de la guerra y que hubiese servido a los planes de la Unión Soviética. Su papel como científico prácticamente fue borrado de los anales, a pesar de que era admirado por su mentor, Santiago Ramón y Cajal (Nobel de medicina en 1906), y fue maestro, entre otros, del profesor Severo Ochoa (Nobel de Fisiología y Medicina en 1959).

Juan Negrín, en su exilio de Dormers (Reino Unido) en 1944.
Juan Negrín, en su exilio de Dormers (Reino Unido) en 1944.

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