Un ejecutivo del BBVA muere tiroteado en su casa de Sevilla
La víctima dirigía el departamento de cobro a morosos
La Guardia Civil de Sevilla investiga la muerte de un ejecutivo del BBVA, cuyo cadáver fue hallado el lunes en su casa de Bollullos de la Mitación, a 15 kilómetros de la capital, con dos tiros en el pecho. La policía judicial de la Comandancia de Sevilla se ha hecho cargo de la investigación del caso, sobre el que el Juzgado número 1 de Sanlúcar la Mayor ha decretado el secreto de sumario.
Las puertas y ventanas del chalé del asesinado no fueron forzadas
La víctima, Andrés Toro Barea, de 59 años, es el director del centro Especial de Recuperaciones (CER) del BBVA para Andalucía Occidental, el departamento encargado de reclamar los créditos a los clientes particulares morosos, que en los últimos meses había experimentado un importante aumento de trabajo. Toro, separado y con dos hijos, vivía solo en la casa en la que supuestamente fue asesinado, un chalé ubicado en La Juliana, una urbanización alejada del municipio y que cuenta con seguridad privada.
Los compañeros de trabajo de la víctima fueron los que dieron la voz de alarma el lunes por la mañana al darse cuenta de que Toro no había ido a trabajar y no conseguir contactar con él por teléfono. Avisaron a la familia de la víctima, que, a mediodía del lunes, se desplazó a la casa, en cuyo interior encontraron el cadáver.
La autopsia ha desvelado que Toro recibió dos tiros que le alcanzaron los pulmones y que los disparos salieron de un arma corta que todavía no ha sido localizada.
Las puertas y las ventanas de la vivienda no presentan signos de haber sido forzadas, por lo que los primeros indicios de la investigación apuntan a que la víctima podía conocer a su asesino, que posiblemente cometió los hechos el domingo por la tarde. No obstante, fuentes del caso señalaron ayer que no se ha descartado ninguna hipótesis.
La Guardia Civil seguía ayer por la mañana trabajando dentro de la vivienda para intentar dar con alguna pista que ayude a avanzar en la investigación. Fuentes del caso explicaron que el tamaño del inmueble, una casa de más de 400 metros cuadrados sobre una parcela de 1.000 metros, hace que la labor de la Guardia Civil sea especialmente compleja. La casa está ubicada entre un solar vacío y otro en construcción. Las tres fincas de la acera de enfrente a la de Toro también están sin urbanizar, por lo que la vivienda habitada más próxima está ubicada a unos 70 metros.
Salvo el precinto de la Guardia Civil en la puerta principal, la casa no presentaba ayer más signos de que en su interior se hubiera producido una muerte violenta. La puerta, las ventanas y la valla de acceso al jardín no fueron forzadas, el coche de la víctima, un Mercedes C-220 seguía aparcado en el porche, y muchos de los vecinos se iban enterando del suceso por la presencia de periodistas.
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