Esquerra salva la campaña 'Visca Barcelona', que CiU y el PP querían retirar
El proyecto del zoo marino sigue sin concreción y sin financiación
Esquerra Republicana (ERC) volvió ayer a evitar un disgusto al bipartito que gobierna la ciudad de Barcelona. Lo hizo a propósito de la campaña de publicidad Visca Barcelona -que juega con la dualidad de mensaje fonético de visc a y visca- en anuncios de radio y televisión. La discusión -en ciertos momentos acalorada- se produjo en la comisión de presidencia del Ayuntamiento de Barcelona. Convergència i Unió (CiU) presentó una proposición contra la campaña por considerar que es simple imagen del Ayuntamiento y que no tiene sentido gastar 1,7 millones de euros del erario público en algo así. El PP defendió la misma tesis. Y ERC presentó otra alternativa que, en definitiva, salvó la cara al Partit dels Socialistes (PSC), con el que cada vez pacta más cosas. ¿Estará más cerca un acuerdo o fórmula similar para afianzar el gobierno de la ciudad? De momento, no hay respuesta.
La campaña ha costado 1,7 millones y CiU y el PP creen que es un despilfarro
En síntesis, ERC estaba en contra de retirar la campaña, pero argumentó que había que introducir otros mensajes, como valores de tipo social, de la cultura de la paz, la solidaridad y la salud. El PSC e Iniciativa Verds (ICV) no tuvieron problema alguno en votarla. Resultado: la campaña no se retira, y tampoco se introduce mensaje alguno porque está cerrada y termina a finales de este mes.
"Esos mensajes podremos introducirlos en otras campañas que se hagan más adelante bajo el mismo paraguas de Visca Barcelona", concretó el tercer teniente de alcalde, Jordi William Carnes, que comparó el Visca Barcelona con Barcelona batega y Barcelona més que mai. El equipo de gobierno cree que se trata de campañas para afianzar el orgullo de los barceloneses. El edil republicano Ricard Martínez también estuvo de acuerdo con ello.
CiU y el PP, en cambio, consideran que son puro autobombo que esconde una Barcelona que no funciona: la del apagón o la de la crisis de Cercanías.
Los mismos ediles se enfrascaron en torno a un proyecto de la ciudad todavía por concretar: el zoo marino y el impacto que tendrá en las instalaciones del zoo del parque de la Ciutadella. Ni Alfred Morales, gerente de Barcelona Serveis Municipals (BSM) -la sociedad municipal que gestiona el zoo-; ni el delegado de Presidencia, Ignasi Cardelús; ni el primer teniente de alcalde, Carles Martí, dieron muchas explicaciones sobre el futuro zoo y cómo se financiará.
Esto es algo que está en el aire puesto que el Consistorio afronta la infraestructura de la plataforma del Fórum para el nuevo zoo, pero otra cosa es la ejecución del proyecto en sí. "El proyecto estará liderado por el Ayuntamiento, pero se buscará patrocinio de empresas que aporten recursos", comentó Morales. Mientras, miembros del comité de empresa del zoo de la Ciutadella temen que esa indefinición suponga que desaparezca esta instalación. El caso es que la concreción del zoo es importante porque está pendiente la reordenación del propio parque y la ampliación del Parlament. Tanto CiU como ERC recordaron al bipartito que necesitará buscar acuerdos.
El funcionamiento del bicing también fue debatido después de que ERC planteara al bipartito que se rescate la concesión actual y se busque otro operador por las continuas quejas de los usuarios. Ayer, fue la Síndica de Greuges, Pilar Malla, la que se refirió a las quejas que le llegan del bicing. Martí contestó que estaban ultimando medidas para mejorar la gestión de las incidencias y quejas: "No niego la posibilidad de rescatar la concesión si persisten los problemas. Pero, de momento, no".
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