Dos 'mossos' roban 50 euros a un inmigrante y le atribuyen un falso delito

En el rebaño de los Mossos d'Esquadra han aparecido otras dos ovejas negras. Un juez de Barcelona ordenó ayer el ingreso en prisión de dos agentes de la policía autonómica que, presuntamente, se quedaron con 50 euros de un inmigrante africano al que después acusaron de un delito que no cometió. El pasado lunes, los mossos fueron detenidos por la División de Asuntos Internos y, al instante, suspendidos de empleo y sueldo. Ahora deberán hacer frente a las acusaciones de detención ilegal, falsificación de documento público y apropiación indebida.

Los policías dijeron que la víctima había intentado venderles droga

El episodio ocurrió hace dos semanas en Ciutat Vella. Los policías, de paisano, patrullaban las calles cuando vieron a un delincuente habitual del casco antiguo. Le pidieron la documentación y le llevaron a la comisaría de la calle de Nou de la Rambla para identificarle. A los pocos minutos le dejaron ir. El hombre, ya en la calle, recriminó en voz alta a los agentes que se habían quedado con el dinero que llevaba encima -150 euros, declaró después- y exigió que le fuera devuelto. Los mossos se largaron sin más.

La casualidad quiso que otros agentes que permanecían a la entrada de la comisaría presenciaran la inusual conversación. Aquello no les gustó e informaron a sus superiores, que pusieron el caso en manos de la División de Asuntos Internos (DAI) de la policía autonómica, informaron fuentes policiales.

Los dos mossos imputados se dieron cuenta de que la escena que les había montado el hombre no pasó inadvertida. De modo que, apenas media hora después, regresaron con él a la comisaría. Esta vez, en condición de detenido, según consta en los atestados. Para impedir que su actuación irregular levantara sospechas, lo liaron todo aún más: afirmaron que el joven intentó venderles droga en plena calle, según las mismas fuentes. Es una estrategia sencilla para los policías: atribuir un delito contra la salud pública a un hombre dado a trapichear en el Raval.

La víctima del abuso policial no llegó a ser juzgada ni condenada, porque el trabajo de Asuntos Internos avanzó con celeridad. Las declaraciones de los implicados permitieron averiguar que el delito era falso y que los mossos se quedaron con dinero ajeno: 50 euros. A 25 por cabeza "Se lo habían inventado todo", resaltó un responsable policial.

La policía entregó sus pesquisas al juzgado, que las consideró suficientemente "amplias y bien elaboradas" como para ordenar, ayer, el ingreso en prisión provisional de los agentes. El juez fijó una fianza de 15.000 euros para cada uno: 300 veces la cantidad robada. A última hora de ayer, los dos policías -que pertenecen a la escala básica del cuerpo- ya habían abonado esa cantidad, informó un portavoz oficial.