Barcelona tiene tres nuevas subestaciones eléctricas en obras tras el apagón

Como en el antiguo sistema de evaluación de los conocimientos en primaria, el estado de la red eléctrica de Barcelona merece un "necesita mejorar". Desde el apagón que sufrió la capital catalana en julio del año pasado, que afectó a más de 300.000 hogares, la red de suministro ha mejorado relativamente. Se han iniciado las obras de tres subestaciones más: Facultats-en el campus universitario de Pedralbes- la Sagrera y Valldonzella, en Ciutat Vella. Las obras de la subestación del Eixample, que ya se habían iniciado cuando se produjo el apagón, siguen. A lo largo de este año, además, se han tendido 95 kilómetros de cable de media tensión, una red que garantiza que si se produjera un fallo como el que ocurrió el año pasado no tendría las mismas consecuencias.

La subestación de Maragall que se quemó estará acabada este mes

La subestación de Maragall, que quedó completamente calcinada en el incendio, entrará en funcionamiento por completo dentro de dos semanas. Los datos los facilitó ayer Ramón García Bragado, cuarto teniente de alcalde de Urbanismo, que el próximo jueves expondrá un informe en una comisión municipal sobre el estado de la cuestión al año del fiasco, que todavía no tiene responsables claros.

García Bragado se mostró moderadamente optimista porque considera que se han introducido mejoras, pero no todas las necesarias ni al ritmo deseado. De las 13 subestaciones previstas entre el Plan Tramontana y las añadidas tras el apagón, hay dos subestaciones nuevas construidas -la de la Zona Franca y la del Poblenou-, otras cuatro están en construcción -Eixample, Facultats, Sagrera y Valldonzella- y siete más se tienen que empezar a construir para que estén en funcionamiento en 2016.

El edil insistió en que hoy por hoy, además de la conclusión de lo que está previsto, lo que más preocupa es que el Ayuntamiento pueda participar en el proceso de planificación de la red de distribución. Y eso, sobre todo, para conseguir que la distribución se haga en malla, de manera que la red esté conectada a dos subestaciones diferentes. "Eso evitaría incidentes ya que, en caso de que fallara una, la otra seguiría distribuyendo energía a los abonados", añadió. El Consistorio insiste en aprovechar el proyecto de ley de seguridad y calidad del suministro eléctrico en Cataluña para crear comisiones mixtas de seguimiento y aprobación de los planes de las compañías eléctricas. Sería la fórmula para que el Ayuntamiento tuviera participación.