El dilema del general Varela

La estatua ecuestre del general José Enrique Varela, participante en la sublevación militar de 1936 y ministro del Ejército en el primer Gobierno franquista, permanecerá en la Plaza del Rey de San Fernando (Cádiz). El Ayuntamiento, gobernado por una coalición formada por Partido Andalucista y Partido Popular, ha preferido dejar la decisión sobre su retirada en manos de la Junta de Andalucía. Puesto que la estatua, situada frente al Consistorio, se encuentra en un entorno declarado Bien de Interés Cultural, será la Consejería de Cultura la que deberá ordenar o no su retirada.

El equipo de gobierno ha pedido un informe sobre su valor artístico antes de dictar el futuro de una figura que genera opiniones encontradas entre la ciudadanía. El Ayuntamiento contempla varias opciones: la eliminación de la estatua o su conservación si la calidad de la obra, del escultor Aniceto Marinas, lo justifica. La Ley de la Memoria Histórica admite excepciones de este tipo para esculturas de especial interés artístico. En cualquier caso, el gobierno local sí ha manifestado ya su intención de eliminar de la peana de la estatua los relieves que aluden a las victorias del bando nacional.

El general Varela, natural de San Fernando, mantendrá también el título de hijo predilecto de la localidad porque fue concedido antes de la Guerra Civil.

El equipo de gobierno se ha mostrado más tajante en la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica a la hora de retirar los honores de la ciudad a Franco, Queipo de Llano y Olivera Manzorro, que se han quedado sin sus distinciones. Además, se ha acordado la modificación gradual del nomenclátor de las calles relacionadas con la dictadura.