"Si no cae Platón, estoy perdida"
28.107 estudiantes andaluces comienzan los exámenes de Selectividad
"Si no cae Platón, estoy perdida". Elena Márquez, de 19 años, esperaba ayer que el clásico griego fuera una de las preguntas del examen de Filosofía. Las Pruebas de Acceso a la Universidad comenzaron ayer en Andalucía y esta alumna del IES Murillo es una de los 28.107 estudiantes que dicen jugarse el futuro "en tres días". Márquez, con camiseta y sandalias amarillas, quiere estudiar Educación Infantil. "Creo que necesito un 6", duda sonriente.
Son las 10.30 en la Universidad de Sevilla. Mochilas, apuntes y refrescos se acumulan en la puerta de la Facultad de Informática, una de las sedes de las pruebas. Al menos cincuenta chicos han salido a "descansar" del primer examen, el análisis de texto, que comenzó a las 9.00. "Han puesto un artículo periodístico, muy fácil, y un fragmento literario, horrible", opina Fernando Fernández, de 17 años, con un cigarro en la mano. Los chicos tienen algo en común: ellos fuman y ellas hablan por el móvil. Cuentan por teléfono cómo les ha ido en "el estreno". Márquez calcula un seis en su examen. Fernández es más optimista: "Por lo menos, un siete", celebra.
La nota más alta en 2007 fue Medicina, que alcanzó un 8,74 en Granada
Descienden los universitarios y sube la Formación Profesional
Ninguno de los dos sabrá los resultados hasta el próximo 24 de junio. Los tablones de los Rectorados y las páginas web de las universidades confirmarán la nota de los exámenes, que terminarán el próximo jueves, y mostrarán la nota global con Bachillerato.
Los chicos confiesan su preocupación por las notas de corte en las universidades. "Creo que no están muy altas últimamente", salta una estudiante del Aljarafe. Y tiene razón, siempre y cuando no quiera estudiar Biotecnología (8,81) o Medicina, que el año pasado exigió la nota más alta en cinco de las nueve universidades públicas andaluzas: Granada (8,74), Cádiz (8,32), Córdoba (8,60), Málaga (8,48) y Sevilla (8,43).
Los estudiantes disponen aún de algunos días para pensar a qué dedicarse en los próximos años. El plazo de prescripción comienza el próximo 26 de junio y se extenderá hasta el 10 de julio. "No sé si profesor o empresario", dudaba un estudiante con un piercing en la lengua. Las cinco titulaciones más demandadas el año pasado fueron Medicina (5.701 peticiones), Diplomado en Enfermería (4.058), Maestro en Educación Infantil (3.068), Diplomado en Ciencias Empresariales (2.430) y Arquitectura (1.961).
Tras el análisis de texto de ayer, que consistió en un artículo periodístico sobre el informe PISA de educación y un fragmento de la novela La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, quedan pocos minutos para el siguiente examen. "Ahora toca Historia o Filosofía", explica Laura Rodríguez, de 20 años, estudiante del IES Politécnico. Sentada en un banco de piedra, alejada del bullicio, se dedica a repasar. "Sobre todo las fechas", especifica. Dice que se ha levantado a las 7.00, en su casa de Triana, y a las 8.10 ya estaba en la facultad, bolígrafo en mano. "Necesito energía", reconoce. Quizás por eso haya comprado el Red Bull que parece saborear. "Ojalá pongan Isabel II", se esperanza mientras mira de reojo el libro. No sabe si quiere estudiar una carrera. "Prefiero ser fotógrafa", asegura.
Desde la Universidad de Sevilla, apuntan a un posible descenso en las matrículas de este año, siguiendo la bajada de los últimos años, debido a tres factores: más grados de Formación Profesional, proliferación de universidades y baja natalidad. "A mí lo que me gusta es la cultura japonesa", salta Rodríguez mientras apura la bebida energética.
El estudiante del Aljarafe Fernando Fernández, a unos metros del banco, también repasa fechas. Quizás por eso, al preguntarle su edad, contesta: "9/08/90". Un amigo se le acerca y le pregunta cómo fue su prueba de comentario de texto, la que pasaron a las 9.00. "Bien", contesta indiferente. "¿Qué has puesto en los subgéneros periodísticos?", insiste el compañero. "Pues informativo, opinión y híbrido, ¿no?". Y continúa el interrogatorio: "¿El pronombre era relativo, ¿verdad?". Entonces Fernández se echa para atrás, muy sorprendido: "¡Eso es imposible, tío! Si no se puede sustituir por 'el cual' no es relativo", grita antes de quedarse pensativo.
Ya son las 15.00 y los chicos se van, agotados, hacia sus casas. Tienen que preparar los exámenes de mañana: Biología, Historia del Arte, Griego... "Ya estoy cansado y acabo de empezar", reconoce por teléfono Fernández, tumbado en la cama de su habitación. Enumera, desganado, lo que preguntaron en cada examen: "Sí, sí, al final pusieron Platón".
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