Modelos tras la alambrada

El Guggenheim abrirá de nuevo sus puertas a la moda. Tras programar hace siete años una retrospectiva sobre el legado de Giorgio Armani, y acoger en 2007 un desfile del británico Gareth Pugh, las actividades que el museo bilbaíno ha organizado para complementar su exposición Cosas del surrealismo suponen la excusa ideal para convertir otra vez la pinacoteca en escaparate de prendas de vestir. De esta forma, el próximo 26 de junio (20.00; 15 euros) diseños de David Delfín compartirán espacio con fotografías de Man Ray, joyas con el sello de Dalí y otras creaciones fantásticas. El modisto visitó ayer el museo con su modelo favorita, Bimba Bosé, y detalló las líneas principales de su desfile.

"Me interesa la idea de ver imágenes a través de capas de alambre"

Los asistentes podrán revisar prendas tan originales como el Traje-horca o la Camisa narcisa, con dos cuellos. Por primera vez, modelos masculinos llevarán prendas que Delfín concibió en su día para mujeres, y no faltarán piezas de sus colecciones más recientes, como la Camisa con corbata de piel humana, donde la silueta del complemento ha sido recortada para que asome la piel de quien la viste.

Esas ideas han surgido de la mente inquieta de un creador que reconoce la influencia de la diseñadora Elsa Schiaparelli, pero también de Magritte y de Buñuel, y que aprecia más la sutileza que el barroquismo, "más sugerir que mostrar". Su pretensión última sería "crear imágenes abiertas a interpretaciones y emocionar al espectador".

El modisto concede igual importancia a la música y a la escenografía con que presenta sus colecciones. En Bilbao, el desfile empezará con Bimba Bosé cantando Como yo te amo, tema que funde a Rocío Jurado con la banda sonora que Angelo Badalamenti compuso para la serie Twin Peaks que ideó David Lynch. "Tendrá un punto surrealista, porque tendré que cantar con uno de los vestidos de David y con dos micrófonos, como desdoblándome", adelanta la modelo y cantante.

Después sonará la música creada por Gabriel Gutiérrez para Cour des miracles, la primera y polémica presencia de Delfín en la Pasarela Cibeles en 2002. "Queríamos la banda sonora de un sueño, poder viajar a paisajes mentales, trasladarnos a la infancia y entrar en temas como la sexualidad. Para mí es una obra de arte, pero pasó muy desapercibida por todo el pollo que se montó", explica el diseñador, quien no cree que nadie se vaya a "escandalizar en el siglo XXI" por escuchar sonidos que se asocian al orgasmo.

La escenografía consistirá en una alambrada similar a la usada en la presentación de Intimidad, su colección otoño-invierno 2008-09, cuya puesta en escena asimilaba influencias de Louise Bourgeois, autora de la gran araña Mamá instalada junto al museo. "Me interesa la idea de ver imágenes a través de capas de alambre", justifica Delfín. Los 14 modelos sumarán profesionales y "gente de la calle", incluidos un chico que conoció a través de Myspace, un breaker y una contorsionista. La selección no extraña en el caso de Delfín, quien ha convertido en imagen de su firma a un electricista que llamó su atención mientras trabajaba frente a su tienda madrileña.

El desfile-acción del día 26 no será la única oportunidad que brindará el Guggenheim Bilbao para conocer su trabajo. El día anterior (20.00; seis euros) mantendrá un encuentro en el que contará cómo llegó de la pintura al mundo de la moda y las claves de un proceso de creación que ha tildado de anárquico.